Un equipo de fútbol no puede ser esclavo de cualquier filosofía. Si nos damos cuenta, el debate generado en las últimas horas a cuenta del desastroso partido de ayer es mayúsculo, y habría que preguntarse por qué. Un por qué que se antoja evidente: los aficionados están viendo posibilidades dentro del campo que se traducen en impotencia por falta de aptitud. Falta de aptitud en un entrenador inexperto que lo demuestra jornada a jornada, a pesar de haber sido un jugador de élite, y falta de aptitud en determinados jugadores, sea por esa propia inexperiencia o por tener la mente en paraísos lejanos. El discurso de algunos que se basa en una presunta filosofía de fútbol parece que lleva implícito una suerte de derecho de pernada en el que valdría todo: como jugamos como los ángeles - algo más que discutible- da igual perder los partidos, porque todo el mundo ha quedado impresionado y hasta ayer mismo la UD era un banda de impresentables que no jugaban a nada. “Los equipos se arman desde atrás para adelante” repiten los entrenadores una y otra vez. Por consiguiente entendemos que existe una jerarquizacion sobre del valor asignado a la defensa del propio arco antes que el ataque sobre el arco rival.
Es posible que este concepto básico, sin embargo, haya sufrido una mutación a manos de Paco Jémez: los equipos se arman desde adelante para atrás, y la ecuación resultante va dando sus frutos: recibes goles como churros, dejas la imagen de escuadra defensivamente ridícula y catapultas a jóvenes casi imberbes hacia un agujero negro capaz de succionar cualquier talento posible. El caso del pobre Aythami es paradigmático, pero no menos el de veteranos como David García o Samuel: vendidos ante tuercebotas que parecen llevar un bonito tanto por ciento del genoma de Diego Armando Maradona, capaces de realizar malabarismos en todo un campo de fútbol puesto a dsiposición de su majestad, se llame Geijo, De Paula o periquito de los palotes.
Una cosa es la organización de juego, otra el juego defensivo. Cuando un equipo esta organizado defiende muy bien, puede jugar con muchísimos jugadores de ataque y jugar bien defensivamente. Un conjunto que juega con Messi, Eto'o, Milito, Thiago Motta, Sneijder, es un equipo que juega con cinco jugadores ofensivos pero defiende bien y lo hace porque un entrenador es un gran entrenador. Un equipo que suele destacar en la Premier League es el Arsenal. Cualquier especialista en táctica que haga un profundo análisis y scouting sobre el equipo de Arsene Wenger, nos muestra una de las fortalezas de este equipo: su estructura defensiva. El Arsenal es uno de los mejores equipos defensivamente hablando del continente, su alta intensidad le permite mantener a lo largo de los partidos un ritmo defensivo muy elevado. La presión sobre el rival en los distintos posicionamientos, las ayudas defensivas, las transiciones de ataque a defensa, la orientación defensiva o la forma de defender la acciones a balón parado son algunos de los conceptos defensivos estrella de ese modélico club.
No sería mala idea copiar algo, aunque sea para no seguir invitando a los enemigos a champagne y caviar en nuestra propia casa, y además, poner la cama, porque los cuernos, han venido de serie. Lo que significa que en Elche, si cabe, ponemos la línea defensiva en las cabinas de radio, ya puesto a disparatar, tonto el último.
