Es decir, lo normal es una proporción 3-1 ó 2-2 (en realidad, la única otra opción posible es 4-0, ya que como mínimo suben dos, por decreto). El año pasado se cumplió la primera opción, la cual es un poquito más probable si suponemos que un campeón de grupo es favorito a llevarse cualquier eliminatoria contra un 2º, 3º, ó 4º clasificado.
En definitiva, que quedarte campeón es un chollo.
