El Renault Twizy es un cuadriciclo de propulsión eléctrica que mide 2,32 metros de longitud. Tiene dos plazas, situadas una detrás de la otra (imagen).
Hay dos versiones que se diferencian por la potencia máxima del motor: 5 y 17 caballos de potencia. Y para ninguna de ellas es necesario tener carné de conducir (tipo B). La primera se puede conducir con la licencia AM —ciclomotor— y la otra con el carné A1 de motocicletas —hasta 125 cm³—. La variante de 17 CV alcanza 80 km/h, mientras que la de 5 CV sólo llega a 45 km/h. De ahí el origen del nombre de las versiones: Twizy 80 y Twizy 45.

El Twizy 45 se puede adquirir desde 4917 € contando las subvención estatal vigente (sin ella, el precio es 6990 €). Y el Twizy 80 por 5409 €. Hay tres variantes de equipamiento, llamadas «Urban», «Color» y «Technic»—. Las reservas se pueden hacer en la web www.renault-ze.com. El precio no incluye la batería ya que Renault, tanto en el Twizy como en el resto de modelos eléctricos, la alquila por una cuota mensual. En el caso del Twizy es 50 euros al mes (en el caso de un alquiler de 36 meses con un máximo de 7500 km al año, que supone 600 euros al año).
Recargar completamente la batería cuesta aproximadamente un euro y tres horas y media. Se hace en una toma de corriente de 230 V.
Renault da unos datos de autonomía que no se pueden comparar con los que publicamos de otros coches eléctricos en km77.com. Los 100 km de autonomía del Twizy 80 son según la norma ECE15, que corresponde a un ciclo urbano (el Twizy no pasa, en el mejor de los casos, de 80 km/h, así que es imposible hacer el recorrido mixto en el que el coche debe circular a 120 km/h).
Si llueve, el agua moja el habitáculo y, por tanto, a sus ocupantes. Algo que también ocurre con el agua del limpiaparabrisas, que acaba escurriendo por una especie de derivabrisas de plástico transparente que hay en la puerta, junto al marco del parabrisas. El agua que hay en la calzada también puede acabar entrando al interior al ser proyectada por las ruedas traseras si no se circula despacio. Así que, como en las motos, hay que abrigarse convenientemente para conducirlo cuando hace frío.
El parabrisas puede tener una resistencia eléctica para desempañarlo. El limpiaparabrisas es de serie.
Hay dos asientos. Acceder al trasero no es cómodo pero una vez en él se va cómodo (siempre que se tenga una talla normal). El ocupante del trasero va con las piernas abiertas, colocadas a los lados del asiento delantero. Éste tiene un único ajuste, el de proximidad al salpicadero; el respaldo es fijo y el apoyacabezas también. El mullido de los dos asientos es duro pero no me ha parecido incómodo durante los recorridos que he hecho con el Twizy. A mí no me ha dado sensación de claustrofobia porque las puertas quedan muy alejadas de los hombros y la altura es suficiente para un conductor de casi dos metros de estatura.
En la parte superior del salpicadero hay dos guanteras, la de la derecha con llave y la del lado contrario sin (y con una toma de corriente de 12 V). Ahí caben cosas como la gafas, unas llaves o unos guantes. Si se lleva un bolso, la única posibilidad de dejarlo en un sitio del que no lo puedan coger mientras se está parado en un semáforo, es en un hueco que hay tras el respaldo trasero. La pieza que hace de mullido del respaldo es la tapa y se puede bloquear con llave. Ese espacio tiene 31 litros de capacidad. El Twizy no tiene un compartimento exterior que haga de maletero pero hay un accesorio que sirve de maleta-mochila y que se coloca en el asiento trasero.
Otros modelos eléctricos de pequeño tamaño (mayor que el Renault) a la venta en España son el Tazzari Zero, el smart fortwo electric drive, el Think City, el Citroën C-Zero, el Mitsubishi i-MiEV o el Peugeot iOn. Todos se matriculan como turismos excepto el Tazzari, que es también un cuadriciclo.

El Twizy se fabrica en la planta que Renault tiene en Valladolid (España).