Los españoles ante el cambio y la salida de “La Gran Depresión”.
El 28 de Julio de 1932, 43.000 veteranos de la Primera Guerra Mundial se concentraban en las afueras del Capitolio, Washigton, acampados reivindicando el anticipo de los bonus que el gobierno les había prometido. La situación de los veteranos y sus familias era desesperada. Habían pasado tres años desde el crack del 29 y la sociedad americana se encontraba sumida en una profunda depresión, con un paro record del 29%.
El presidente Hoover dictó que no había dinero para adelantar los bonus y decidió enviar al ejército. 500 tropas de infantería, 500 a caballo, 6 tanques y 800 policías se encargaron de dispersar a los pacíficos manifestantes, provocando cuatro muertos y más de mil heridos. Finalmente se produjo el desalojo ante la mirada estupefacta de la sociedad americana.
La gran depresión fue provocada lentamente después de 10 años de crecimiento sostenido. La expansión del crédito bancario, la desregulación y la ilusión de que el crecimiento no terminaría nunca acentuaron el gran crash. En la década de los años 20 se introdujo la lavadora en los hogares, la radio, la electricidad; 1 de cada 5 personas compró un coche. Todo gracias al invento de la compra a plazos y al optimismo de una sociedad que llegó a creer que nunca más habría pobreza.
En 1921, Charles E. Mitchell, llegó a Presidente de National Citibank con la suculenta idea de democratizar el mercado de valores. Publicitó las acciones como una compra segura donde pequeños inversores podrían hacerse ricos. Con solo 10 dólares podías comprar a crédito 100 dólares en acciones y para finales de 1929 el 90% del mercado se sostenía sobre valoraciones ficticias creadas por un dinero que no existía. Algunos miles de personas, y por supuesto incluimos a Mitchell, se hicieron tremendamente ricos durante los felices años 20, gracias a que 3 millones de americanos decidieron entrar en el mercado de valores. La corrupción y manipulación del mercado no existían, no porque no se produjeran, sino porque ni siquiera estaban tipificadas como delito.
En España nuestra burbuja estalló en 2008, un año después de que el Banco Santander vendiera todas sus sucursales. Mientras nos decían que los pisos no bajan nunca, The Economist publicaba allá por 2004 que en España era más barato alquilar que comprar una vivienda. El gran crash Español no estaba ligado a las acciones, sino a un activo mucho menos líquido y más perverso, el suelo y por consiguiente la vivienda. El resultado social después de 4 años de crisis es el mismo, 26% de paro y angustia social, pero el ciclo político español lo cambia todo.
El Presidente Hoover llega al poder después de 12 años de gobierno del partido republicano, y se encuentra con el viernes negro después de 6 meses de gobierno. La decisión que toma es recortar prestaciones sociales, controlar o reprimir los movimientos sindicales y seguir permitiendo un convulso “leissez-fair” a los causantes de la crisis. Hoover intentaba restaurar la confianza, como hace nuestro presidente Rajoy, llamó a Rockefeller para que prometiera que todo iría bien, se rodeó de economistas avalando sus políticas económicas y dijo mil y una vez que la crisis había terminado. Mientras tanto, las denominadas Hooverciudades aparecían como champiñones por todo Estados Unidos. Las personas que habían perdido sus viviendas y trabajos se amontonaban en chabolas desde Central Park hasta Los Ángeles. Y claramente el mensaje no calaba.
En España un gobierno socialista, presidido por Zapatero, creó un Plan E durante 2009 y 2010 para frenar la crisis, mientras daba 100.000 millones de Euros en avales y 50.000 millones en Euros contantes y sonantes, a la banca. El plan E resultó en poco o nada, y el dinero se escurrió entre las manos de ayuntamientos opacos y licitaciones sin proyección. Una vez terminado el caramelo volvió la crisis. El 15 de mayo de 2011, 100.000 personas salieron a las calles por toda España reclamando afrontar la raíz de los problemas y señalando a sus culpables, políticos y banqueros. Igual que los veteranos y sus familias acamparon en Washingotn meses antes de las elecciones presidenciales de 1933, el 15M acampó por toda España y ayudó a producir la debacle del PSOE.
Hoover perdió las elecciones con menos del 40% de los votos, y los republicanos no volvieron a gobernar EEUU durante los siguientes 20 años. La políticas de Hoover fueron reemplazadas por el “New Deal” promovido por el partido demócrata y su presidente Franklin D. Roosevelt.
Roosvelt ganó mayoritariamente las elecciones porque fue a la raíz de los problemas económicos y a la vez se adaptaba a los nuevos valores de la sociedad americana. En su discurso inaugural citó específicamente la necesidad de una estricta supervisión de los bancos, el crédito y la inversión. Creó la SEC (Securities and exchange Commission), promovió el Senate Banking Committee para destapar las malas prácticas financieras, aprobó la Ley Glass-Steagall que dificultaba los comportamientos especulativos de la banca, y el Federal Home Loan Bank System para recomprar los inmuebles de miles de ciudadanos. Creó puestos de trabajo y facilitó el crédito a la población. También impulsó la creación de sindicatos, que habían sigo anteriormente perseguidos, y abolió la ley seca. Llegó a cerrar todos los bancos de EEUU durante 4 días para hacer una auditoría y eliminar los que eran insolventes, restaurando así la confianza de los ciudadanos en los bancos.
Mientras Hoover criminalizaba a la población por revelarse ante la crisis, Roosevelt terminó con la impunidad de las instituciones financieras, ayudó a la clase trabajadora y se unió a su causa. Un verdadero “New Deal” que transmitió la confianza necesaria para acabar con la gran depresión. Las Hooverciudades desaparecieron y América volvió a crecer. Se dice, con razón, que fue la segunda guerra mundial la que impulsó a EEUU a salir definitivamente de la gran depresión, pero ¿qué habría pasado si se hubieran mantenido las políticas de Hoover durante 4 años más?
En España el ciclo electoral ha sido distinto y también nuestros dirigentes. Si Rajoy hubiera sido el responsable de capear la crisis, sin duda habría perdido las elecciones ante un triunfador PSOE. Aunque viendo las graves carencias del PSOE, puede que no mucho hubiera cambiado. Dado que este escenario no es posible, valoremos la situación actual.
Tenemos un nuevo Presidente con mayoría absoluta en España, y que a la vez gobierna en mayoría en muchas comunidades. Un Presidente que está abocado a impulsar políticas neo-liberales mientras la sociedad pide políticas sociales. Un PP que sale extraordinariamente beneficiado de un caduco sistema electoral con 186 escaños pero solo 10,8 millones de votos, 600.000 más que en las anteriores elecciones. Y lo que es más preocupante, una escala de valores opuesta a la de la mayoría de la población.
El análisis de la sociedad en España y su evolución, (Los Españoles ante el cambio) hecho por el ministro Wert es especialmente interesante. Mientras que la mayor parte de la sociedad se puede identificar con los valores sociales y tolerantes que se asocian a la izquierda, el partido gobernante se posiciona en la rigidez y tradicionalismo de los valores eclesiásticos. Los españoles que se indentifican con la derecha están alrededor del 15%, el 50% se considera de centro y el 35% de izquierdas. Para mi las variables izquierda-derecha se utilizan más para dividir que para construir, pero ayudan a entender el problema. De todas las instituciones y grupos sociales que más desconfianza generan en la población española, los líderes son: los banqueros, los partidos políticos y los políticos (Cuadro 7).
El partido popular se basa en el presupuesto de que las personas ya están descontado un recorte de todas sus prestaciones y que los núcleos de poder económico, ese 1% de la población apoyará sus reformas. Seis de cada diez ciudadanos opinan que la actual crisis influirá negativamente en el futuro económico y social de los que ahora son menores. Un 70% de la población consideraba en 2011 que la situación política es mala o muy mala, un 80% que la situación económica es mala o muy mala.
Mientras la mayoría de la sociedad española considera admisible el aborto, la eutanasia o mantener relaciones sexuales con personas del mismo sexo; el núcleo de votantes del PP se sitúa en el extremo opuesto. Interesarse por cuestiones religiosas se encuentra en la última posición de la jerarquía de valores española, solo por detrás de interesarse por temas políticos. Mientras el 52% de los votantes del PP se definen como católicos practicantes, solo un 20% de la población española se define en estos términos.
¿Y los sindicatos y la patronal? Pues estamos en las mismas. El estudio de Infojobs de 2011 lo muestra con claridad. El 70% de los trabajadores no se siente representado por los sindicatos y el 60% de los autónomos y empresarios no se siente representado por la CEOE. Y lo que es peor, de los que pagan sus cuotas, el 50% de los trabajadores no se siente representado por su sindicato y el 32% de los empresarios no se siente representado por la patronal. Tremendo panorama.
La conclusión me parece extremadamente preocupante. El PP ha ganado 600.000 votos en plena crisis y ha conseguido mayoría absoluta, pero sería casi imposible que asumiera los valores actuales de la sociedad española. Roosvelt consiguió el respaldo popular necesario, no solo aplicando políticas económicas, sino ilusionando a una población con la que compartía sus valores. El PP ha basado su estrategia en mantener los 9 millones de fieles votantes y acrecentar la caída del único partido que matemáticamente podría hacerle frente. Y por supuesto, el 15M le ha ayudado en esta estrategia. Ahora viene la hora de la verdad.
¿Podrá #Rajoover gobernar durante 4 años con unos valores opuestos al de la mayoría de la ciudadanía? ¿Podrá #Rajoover generar la confianza necesaria, criminalizando y persiguiendo a los causantes de la crisis? ¿Podrá #Rajoover propiciar ese “New Deal” que necesita la sociedad? Entiendo que desde el FMI y el BCE, ya tienen claro que si #Rajoover no puede, ellos lo harán – Total… los partidos políticos y políticos ya son considerados como el mayor problema los Españoles.
El PP ya ha perdido la capacidad de cambio, la CEOE y los sindicatos su representatividad y ¿el 15M?… ¿Qué opinan los Españoles? ¿Dónde están las soluciones?
http://www.elpuntodelgazpacho.com/2012/ ... depresion/