Tenemos una plantilla descompensada, en ciertas parcelas lucimos de forma brillantes y otras somos bastante deficientes. Tenemos una idea de juego, un concepto al que aferrarnos, pero aún no disponemos ni de todos los recursos para lograrlo, ni de todas los mecanismos para llevarlo a cabo.
Y lo material (la plantilla) como lo abstracto (la idea de juego) van de la mano, ya que los planteamiento tácticos de Lobera requieren de 2 laterales de largo recorrido, con proyección ofensiva, rapidez de ejecución y de interpretación del juego, y no los tenemos. Como también carecemos de un mediocentro ofensivo, pura materia gris, que tome el relevo de David Glez o, en disputa con él, obtenga la titularidad. Sin estos elementos es complicado llevar acabo la filosofía "Lobera".
La acumulación de medias puntas en la vanguardia amarilla se está ofreciendo como un plan equivocado, a pesar de la calidad innegable de los Momo, Vitolo y Nauzet Alemán, y para muestra tan sólo 4 goles en tantos partidos, por 7 encajados. La suma de esta calidad no está obteniendo resultados porque, desde mi modesto punto de vista, no hay un sacrificio por el colectivo, echo en falta más asociación, más complicidad como la que antaño tuvieron Vitolo y J.Viera.
Para colmo, desde el propio club, y asumido por el entorno amarillo, nos hemos cargado los hombros con la pesada losa del Ascenso, sin necesidad de ello. Ha sido auto-imponerse un objetivo muy alto para un equipo en proceso construcción y que realmente está verde en facetas de juegos, carente de automatismos, y con una falta de confianza normal en todo proyecto que acaba de comenzar.
Sólo así se explica los pitos y murmullos, las críticas que nacen desde la grada y desde las cabinas de radio y prensa del EGC. Reacciones que son respaldadas por una trayectoria anterior, que gran parte de esta plantilla ni su técnico tienen culpa pero que, sin embargo, cargan con ese peso extra. Sólo así se entiende, no sin argumentos cargados de razones, que a Corrales no se le perdone una, o que la gente se desespere con la irregularidad de Barbosa, capaz de lo peor y de lo mejor en un mismo partido.
Hay derrotas, como la que hemos sufrido hoy, que sirven (y deben de servir) de punto de inflexión positivos. Pero para lograr ese cambio de dinámica tiene que haber detrás un trabajo previo donde se reconozcan los errores (para corregirlos) y las limitaciones (para superarlas).Y no sólo me refiero a la plantilla y al cuerpo técnico, también a nosotros; los aficionados, a la prensa, a la radio, en definitiva todo el entorno amarillo.
Debemos ser conscientes que el cambio que ha realizado la UD Las Palmas es lo suficientemente grande (no sólo en importancia) sino en envergadura, como para asumir que pasar de los planteamientos tácticos de JMR a los de Lobera lleva su tiempo, que cambiar el chip de pasar de luchar por no descender a autoproclamarse candidato al ascenso hay que creérselo a base de refrendarlo con trabajo, esfuerzo, y como no, con resultados, y esto requiere, aún más, mucho tiempo. Lamentablemente la paupérrima pretemporada realizada por el equipo, ha hecho que se retrasase todo este trabajo de su hábitat natural, y estemos todavía en plena competición "ajustando tuercas". Este es un lastre que en las primeras jornadas se iba a notar, y se está notando.
Reclamo cordura, tanto en la victoria como en la derrota. No éramos tan candidatos al ascenso tras el partido en Santander, ni tan mediocres tras la derrota de hoy. Somo un equipo con lagunas, pero con un potencial latente terrible que necesita ajustarse para lograr su mejor versión.

"Cada fracaso enseña al hombre algo que necesitaba aprender" (Charles Dickens)
Arriba D´ellos !!