Otro ‘tsunami’ es lo que ha pasado en el sector financiero español desde hace ya más de cuatro años, cuando nuestros gobernantes presumían de que era el mejor y más solvente del mundo. Cuatro años después, en torno a un 20% del sector financiero esta intervenido por el FROB, que es quien está apoyando la supervivencia de estas entidades y, por tanto, tiene miembros en sus consejos de administración. El FROB posee actualmente el 93% del capital de NCG Banco.
Miles de afectados por las participaciones preferentes, la deuda subordinada, las cláusulas suelo y los ‘swaps’ han sido arrastrados por el ‘tsunami’, sin que hasta el momento haya servido de mucho la ayuda ofrecida desde la administración. Las únicas soluciones que se han mostrado efectivas han sido aquellas de carácter individual, de quienes, con arrojo y valentía, han sido capaces de interponer demandas frente a las instituciones financieras.
Cada una de las cuatro entidades financieras intervenidas y gestionadas bajo la órbita del FROB tiene sus especificidades: Bankia, Catalunya Caixa, Banco de Valencia y NCG Banco.
Las necesidades de NCG Banco
NCG Banco, la fusión de Novacaixa y Caixa Galicia, requerirá unos 10.000 millones de euros, adicionales a los 4.000 millones ya recibidos. Los 10.000 millones procederán del Plan de Ayuda al sector financiero, en el marco del ‘Memorandum of Understanding’ (MOU) firmado por el Gobierno con Bruselas durante el pasado mes de julio para la consecución de la ayuda de hasta 100.000 millones de euros a distribuir entre los bancos con problemas.
El MOU establece en la clausula 25ª que se debe enfatizar en la defensa del consumidor, en la legislación de venta de determinados productos y en el cumplimiento normativo (‘compliance’). Según el memorándum, los bancos incrementarán la transparencia en las entidades financieras, para evitar gran parte de lo acontecido en estos años que, como un ‘tsunami’, ha dejado cientos de miles de afectados que han visto cómo sus ahorros se han volatilizado.
En este sentido, resulta sorprendente la decisión de NCG Banco, consentida por el FROB, de utilizar una doble marca comercial: por un lado, utilizan NCG para Galicia; y por otro, utilizan como marca comercial Evo Banco para el resto de España e Internet. Una medida que persigue duplicar el negocio, copiando el modelo de ING, del que fue director general el actual consejero delegado de NCG, César Gonzalez Bueno.

Como se puede ver claramente en su publicidad, hablan de “lanzar todo un banco”… pero eso sí, sin ficha bancaria.
En definitiva:
1.- EVO BANCO no se encuentra inscrito en el Registro de Entidades Financieras del Banco de España, luego como tal no existe a efectos del Banco de España y del Fondo de Garantía de Depósitos.
2.- EVO BANCO es un mero nombre comercial, de quita y pon, de, según parece, otra entidad bancaria que trae causa de la fusión de las dos cajas gallegas, Caixa Galicia y Caixanova, denominada NCG Banco tras la fusión. Entidades que se vieron obligadas a fusionarse por su imposibilidad de existencia conforme a la normativa prudencial bancaria.
Su cúpula directiva actuó de forma que “es constitutiva de delitos de defraudación y ello porque la conducta causa grave daño patrimonial por medio de engaño o fraude penalmente tipificados”.
Según la querella de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada “existe una grave repercusión para la economía nacional” ya que el Fondo Restructuración Ordenada bancaria (FROB) viene sosteniendo económicamente a la entidad desde el año 2010” mediante la inversión de más de 3.780 millones de euros, por lo que el FROB actualmente en propietario del 93% del capital social”.

3.- La entidad NCG Banco está QUEBRADA E INTERVENIDA y, por tanto, no cumple con los requisitos de capital legal vigente a fecha de hoy. Para ello, el FROB le financiará con los denominados ‘CoCos’ –bonos convertibles contingentes– al 8%. Como bien dijo un directivo de EVO, Déez Arnau, en su presentación: “EVO aportará más liquidez para invertir en Galicia”.
De acuerdo con el RDL de agosto sobre Restructuración del Sector Financiero, NCG Banco es susceptible de ser liquidado de no encontrarse inversores, riesgo que corren los depositantes actuales. Esperemos que los actuales gestores de NCG Banco no tengan pedir nuevamente perdón por los perjuicios cometidos a los ahorradores por sus actos.
4.- EVO BANCO es un nombre comercial de NCG Banco y, por tanto, tiene en su balance de 72.236 millones de euros un ‘agujero’ de 10.449 millones de euros, entre créditos dudosos, subestandar y adjudicados. En total, un 22% de sus créditos son activos denominados “tóxicos”.
5.- NCG, según parece propietaria de la marca comercial, de quita y pon, tiene en la actualidad más de 70.000 personas afectadas en el denominado ‘corralito bancario gallego’, por haber contratado las denominadas PARTICIPACIONES PREFERENTES Y DEUDA SUBORDINADA, y no está haciendo frente a los pagos de intereses pactados ni va a hacer frente a la devolución del capital invertido por miles y miles de ciudadanos españoles, y no sólo gallegos. Cosa que EVO BANCO no declara y es imposible conocer, pues toda su publicidad externa omite que es, en realidad, NCG.
6.- El actual presidente de la entidad, José María Castellano, que utiliza la marca de quita y pon, ha declarado públicamente que NCG ha comercializado estos productos incorrectamente de forma perjudicial. Pese a reconocer el daño causado, no ha procedido a su reparación, por lo que más de 70.000 clientes afectados no están recibiendo el dinero que les pertenece.
Los quebrantos financieros de NCG traen causa de inversiones fallidas, principalmente en el sector inmobiliario. Uno de los mayores quebrantos procede de la inmobiliaria Martinsa Fadesa, de la que José María Castellano fue consejero y asesor, y que ha sido protagónica en la quiebra de las cajas.
7.- Evo Banco es una nomenclatura ficticia para ocultar la realidad patrimonial, ya que los fondos obtenidos se usan para cancelar posiciones anteriores al nacimiento de la marca, extendiendo y aumentando sus zonas de actuación al resto de España, e intentado disimular que, en el fondo, es el mismo banco con distinto vestido. Evo Banco omite, absolutamente, en toda su publicidad externa –que está siendo masiva y especialmente en TV– su verdadera identidad y realidad patrimonial.
8.- Los responsable de NCG han manifestado que dejaron clara esta situación cuando realizaron el lanzamiento de la marca, lo cual es falso. En su publicidad televisiva, cuando hablan del producto inteligente, dicen textualmente: “es un producto tan inteligente que hemos creado un banco para venderlo”. Además, en ninguno de los anuncios televisivos, y son muchos, nunca se menciona que es una marca de NCG.
9.- Cuando se lanza una nueva marca bancaria o se cambia el nombre de una entidad que ya existía con anterioridad, se requiere una ingente cantidad de dinero en comunicación, publicidad y marketing para darse a conocer y salir adelante con una imagen de empresa con credibilidad y estabilidad. En el caso de NCG, el esfuerzo es mayor, dado que tiene atrapados a más de 70.000 inversores con sus productos tóxicos.
La cifra que han tenido que invertir no se la cree nadie: 3 millones de euros, dado el volumen publicitario, el cambio de imagen, la cartelería de las oficinas y hasta, en algún caso, las obras realizadas.
9.- La publicidad invertida en los medios le permite seguir con el engaño o fraude por omisión a los ahorradores que confían en la publicidad o en los directores de las oficinas, lo mismo que pasó con la comercialización de los productos tóxicos. Sin embargo, dada la actual situación del mercado publicitario, la inversión publicitaria supone un magnífico arma para aprovecharse de la situación, ya que hoy en día la publicidad es la que manda en los contenidos de los medios de comunicación, ya sea escritos, TV, radios o Internet.
Además de no mencionar a NCG Banco en su publicidad, inciden en su transparencia, lo cual resulta sorprendente dado que Evo Banco no es ningún banco nuevo.
http://www.ausbanc.com/seccion/confiden ... 20919.html