Estoy feliz por lo conseguido, independientemente de como se haya hecho.
Es la primera vez en mi vida que estoy llorando de felicidad. Ha sido un año con muchos altibajos, como nuestras opciones de entrar en playoff.
Gracias a Dios, a la Virgen del Pino y a Quiroga estamos en la fase final, sin tener que mirar a puntos ni reclamaciones.
Por mi parte voy a darlo todo en el campo; el Almería, un gran equipo al que hay que vencer desde el minuto 1 con una gran afición.
Si no vuelvo con vida hoy de salir de marcha hasta mañana, ha sido un placer conocerlos (y morir con la camisa de la UD puesta
