Joer macho, es que lo llevan en la sangre. No sólo reparten candela en el campo sino a pie de entrada como el puto canoso que se atrevió a dar un empujón a uno de los nuestros y a nuestro escudo.
Tienen el odio, el rencor y la rabia como componente genético. Pues tuvo suerte el canoso de no dar con otro al que empujar, no quiero ni pensar si el empujao soy yo, vaya, las canas ya las tenía de rubio platino, salvaje homo-erectus...
