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No, no, estoy reformao, jeje. En serio tío, una cosa es que salgan hasta las tantas y se cojan mierdas de campeonato. Pero que de vez en cuando, vayan a disfrutar de la compañía de sus amigos hasta la 1 o las 2, no creo que sea problemático.

ROQUE PARTIDO escribió:

Mariquilla del Pino escribió:

ROQUE PARTIDO escribió: Si es que lo de los baños públicos está fatal.

¿Qué quieres decirme con esto?, porque noto cierta ironía

Vamos a dejar a los jugadores tranquilos y que lo pasen bien en su vida privada, parece que eso nos molesta. Ahora resulta que no tienen ética, son unos borrachos y encima unos incívicos. Son gente joven, que hacen su trabajo y en su tiempo libre que sean alegres y lo pasen bien, por qué no. Yo no quiero un equipo de monjes de clausura. Si los pibes son alegres, divertidos, descarados y lo pasan bien eso ten por seguro que se demuestra de forma positiva en el terreno de juego y en el compañerismo que hay en la plantilla. Si por el contrario son unos amargados, frustrados y apenas se relacionan en su tiempo libre la tensión los agarrota. Y que se echen tres cervezas después de meterle 6 al alavés, es hasta recomendable.

Gracias por contestarme. Y permíteme volver a definir mi postura.
1. No me molesta en absoluto que a los jugadores les vaya bien en si vida privada, es más se los deseo, como a cualquier persona de bien.

2. Practico deporte y cuando salgo un fin de semana en el que consumo alcohol (cubatas) mi rendimiento y mis marcas bajan, me agoto antes y soy menos eficaz. No soy jugadora profesional. Si yo noto los efectos de consumir ron, ellos, también tienen que notarlo.

3. A mí que los jugadores fuera del terreno de juego seran mormones o muermos, divertidos o aburridos, intelectuales o cortos de miras, derrochadores o ahorradores me trae sin cuidado, porque ellos no me representan. Ahora bien, que los jugadores que se ponen una camiseta de la UD Las Palmas, por la que quiero sentirme representada no se cuiden me preocupa.

4. El jugador al que me refería no me representa, aunque admito que no me gustó verle en esas circunstancias (tampoco me hubiera gustado si hubiese sido mi dentista), pero te reconozco que en el campo tendré más paciencia con cualquier jugador que cometa un error al que yo no le haya visto de copas, que con éste. Supongo que es normal.