siete_estrellas_verdes escribió:Heraklitos escribió:que jugando con un extremo rápido fresco (llámese Guzmán o Wakaso) es cuando resulta más determinante.
Apreta la tecla F5...

El bueno de Casaseca viene a propósito de ilustrar la misma idea.
PH lo sacaba junto a Valerón y todo el mundo me decía que era rápido como una moto. Pa mí que todo extremo con piernas recién salido de la banca iba a correr igual tras uno de esos balones de Valeron que te meten de lleno en el área solito y encarando a puerta..., pero no saqué el carnet de palanquista porque me llovían muchos palos. La titularidad fue para Guzmán quien, salvo el partido del doblete (Girona, creo), encadenó un par de ellos en los que no tocaba un solo balón.
De Wakaso me dicen que es un crack jugando en su posición natural en el extremo izquierdo, donde se salió en Copa. Y me guardo para mí que vaya casualidad que sea jugando al clásico del Palanca "tú dámela y echa a correr la banda". Eso le dio la titularidad (a Mubarak, no a Juan Carlos). El Waka es un toro incansable y me cae simpático, pero asumiendo protagonismo y sin ese automatismo palanquero es un jugador descontrolado (sin mencionar todas las tarjetas que el Flaco pudo ahorrarle intercediendo como mediador ante los trencillas). En otras posiciones, ni siquiera parece futbolista.
El triángulo de Copa (y aprovechó para responder a una alusión de soprano2), con Hernán y Culio detrás de Valerón funcionó bien. Pero no es que Valeron se saliera, ofreciéndose siempre en línea de pase (cosa a la que nos tiene acostumbrados, pero que con su actual lentitud es más razonable efectuar entre líneas que ante la primera línea de presión), fue Culio que empezó a tirar huevitos para romper la presión que Valeron bajaba de cabeza (cosa que no está al alcance ni de Viera ni de Tana) y hasta acabó animándose incluso a hacer varios cambios de juego de bastante calidad.
Si bien entonces era lógico pensar (o razonable conducirse al engaño) que Culio podría rendir de MCD (sin Hernan en la contención ni Valeron en la creación, ojo), no podría serlo nunca retrasar a Valeron a esa posición (antes que a Tana, Viera o cualquier otro incluyendo filiales). Sin la posibilidad de conectar con los mediapuntas con globito por alto, a Culio sólo le quedaba hacer "la zarigüeya" (ocultar balón hasta provocar la falta, y en cuanto el árbitro no quisiera verla, dejar al delantero sólo ante el portero). Vamos, un parche a la desesperada, y todavía algo peor cuando para el parche recurres a un jugador cuestionado. Eso ya es kamikaze (con ese criterio de puro milagro hemos visto subir a Nili y no a Nauzet de lateral derecho;).
Y por último sí voy a sacar el carnet de palanquista (o.ño), pero sólo porque jugamos en Coruña y estamos de homenaje.
La carrera del Flaco (el hombre que prefiere regalar un gol a un compañero que marcarlo (y por tanto el que tiene por norma "lo inesperado")) prácticamente se ha basado en hacer mejores a los demás.
Aún en su cenit sigue siendo una máquina de transformar jugadores discretos en titulares.
Quererlo transformar en otra cosa a estas alturas... es como la "restauración" del Cristo de Borja.
Grande Juan Carlos!