Galicia encabeza la lista de este descontento femenino, consecuencia directa del bombardeo mediático al que las mujeres son sometidas a diario: en el país las que quieres adelgazar más de cinco kilos asciende al 42%.
Según estos datos, apenas un 16% de las mujeres de todo el estado declaran estar satisfechas con su cuerpo, lo que ni siquiera implica que no lo valoren desde los parámetros machistas socialmente impuestos.
Trastornos alimentarios y cirugía estética.
Los datos del aumento de los trastornos alimentarios en los últimos años en occidente constituyen una mirada de la presión social a la que las mujeres son sometidas en relación con sus cuerpos. Las últimas cifras indican que el 0,8% de la población del estado español padece anorexia diagnosticada; más del 2% bulimia y otro tanto otras patologías relacionadas con la alimentación como vigorexia u otorexia. En total, alrededor del 5% del total estatal sufre algún trastorno de este tipo.
Incluso las franjas de edad en las que antes se focalizaban estas patologías fueron superadas. De hecho en seis años se triplicaron estos conflictos con el propio cuerpo de las mujeres de más de 40 años. Además, niñas de 7 y 8 años comienzan a acudir a consultas con este tipo de problemas. Pero, como señala la enfermera y antropóloga Assumpta Rigor “las mujeres de las sociedades occidentales, tanto aquellas etiquetadas de enfermas como las “normales” sienten el mismo descontento respecto de su forma de estar en el mundo y respecto de su identidad, entendida ésta sobretodo en la dimensión corporal”. Y prosigue: “ esta vivencia de inadecuación (del cuerpo real respecto del cuerpo creado socialmente) se produce tanto en las mujeres anoréxicas como en las demás, ya que se observa una relación de cara a aspectos de su propio cuerpo y el deseo de alcanzar un cuerpo “idealizado”, normativizado por la sociedad a través de pautas de conducta semejantes para conseguirlo: dietas restrictivas y ejercicio entre otras”
Aparte de esto, el negocio de la cirugía estética se convierte en la especialidad médica de mayor incremento económico de los últimos años. En el Estado español se realizan el 8% de las intervenciones mundiales de este tipo, sólo por detrás de EEUU (13%), México (9%) y Argentina (8,5%), y a la cabeza de Europa. Lo que antes era una opción elitista se convirtió ahora en la aspiración de muchas mujeres de clase media e incluso baja si nos referimos a América Latina. No obstante, discotecas argentinas (y ahora también andaluzas) sortean cada noche vales por una intervención quirúrgica de aumento de pechos.
a imagen de la mujer físicamente perfecta inunda el panorama diario de cualquier persona: de la publicidad a los medios en general, de las tiendas de ropa a los centros de cirugía estética, existe un modelo irreal que viene impuesto y con el que las mujeres deben cumplir para ser aceptadas socialmente. Esta presión constante provoca que muchas sientan cuerpo e identidad como sinónimos. Este hecho cotidiano construye la mirada de los hombres en relación con el cuerpo de las mujeres como un sujeto deseado, y también de ellas como un objeto deseado. El cuerpo femenino aparece presentado en sociedad como un cuerpo “al servicio de”, cosificado, dispuesto a ser colonizado, observado, medido, comprobado, ofrecido, controlado.
Esta imposición gobierna el cuerpo de las mujeres hasta el extremo de que las encuestas vienen a demostrar que es hoy por hoy el dispositivo más eficaz para perpetuar la dominación masculina. Cualquiera que sean sus aspiraciones u objetivos, las mujeres no quedan inmunes a los parámetros sociales que convierten su cuerpo en objeto de consumo, creando en la mayoría un sentimiento de vergüenza por no alcanzar (los inalcanzables) modelos establecidos. Como dice Bourdieu en ‘La dominación masculina’: " la probabilidad de sentirse incómodo con el cuerpo de uno….son más fuertes en la medida en que es hay mayor desproporción entre el cuerpo socialmente exigido y la relación práctica con el cuerpo que imponen las miradas y reacciones de los demás”
¿Que les pasa?
