Móstoles (1-0) UD Las Palmas
Publicado: Dom Jun 13, 2010 7:16 pm
Hace 4 temporadas Las Palmas rozaba el ridículo en Móstoles perdiendo (1-0) ante el colista de la categoría y dejando una imagen tan paupérrima como la que ha ofrecido hoy. Aquella mañana los hombres de Juanito tiraron por los suelos los sueños de conseguir la ansiada plaza de promoción de ascenso y a todos se nos cayó el mundo encima.
Pero ocurrió el milagro... sin merecerlo, sin habérselo ganado el cariño y el apoyo de la afición, el público respondió. La directiva dio un golpe de timón, abrió las taquillas y durante toda la semana se habló de hacer la hombrada de ganarle al Rayo. Por unos días todos olvidamos las frustaciones, las miserias y las vergüenzas de aquellos impresentables. Todos hicimos un esfuerzo común por el bien de la entidad y comprendimos que quedaba una última batalla por librar,
Y así fue. Se creó el ambiente propicio. El estadio se llenó. La afición llevó en volandas al equipo y se lograron los objetivos.
Hablar de esta manera en una tarde como la de hoy se hace muy duro para cualquiera que sienta al equipo. Me pongo en primera fila para admitir que lo de hoy ha sido vergonzante y por primera vez en mi vida mi corazón me impidió acabar de ver el partido y terminé marchándome a llorar mis penas a otra lado. Sólo la sonrisa inocente de mi hija con su mirada de incomprensión ante el semblante de mi cara es capaz de sacarme de este letargo y hacerme comprender que, aunque muchas veces así lo sienta, el fútbol no siempre es lo más importante.
Aún así este equipo duele. Hoy nos espera una noche triste y un lunes inacabable. El descenso, el drama de la segunda B, nos lo vamos a comer a nosotros. Sí, tú que me lees, y tú... y tú... y tú también. Ellos se irán. Antes o después pero se irán. Nosotros seremos los que tengamos que madrugar un maldito domingo para enfrentarnos a equipos de pueblos que no sabríamos ubicar en el mapa.
Por eso les pido a todos los que puedan un último esfuerzo. Una muestra coraje para que a estos gandules se les caiga la cara de vergüenza y se partan el alma el domingo. Porque el descenso va en nuestra contra. No en la de ellos. Porque las lágrimas sólo serán las nuestras. Egoístamente hagámoslo por nosotros.
(Desahogo de un aficionado frustado)
Pero ocurrió el milagro... sin merecerlo, sin habérselo ganado el cariño y el apoyo de la afición, el público respondió. La directiva dio un golpe de timón, abrió las taquillas y durante toda la semana se habló de hacer la hombrada de ganarle al Rayo. Por unos días todos olvidamos las frustaciones, las miserias y las vergüenzas de aquellos impresentables. Todos hicimos un esfuerzo común por el bien de la entidad y comprendimos que quedaba una última batalla por librar,
Y así fue. Se creó el ambiente propicio. El estadio se llenó. La afición llevó en volandas al equipo y se lograron los objetivos.
Hablar de esta manera en una tarde como la de hoy se hace muy duro para cualquiera que sienta al equipo. Me pongo en primera fila para admitir que lo de hoy ha sido vergonzante y por primera vez en mi vida mi corazón me impidió acabar de ver el partido y terminé marchándome a llorar mis penas a otra lado. Sólo la sonrisa inocente de mi hija con su mirada de incomprensión ante el semblante de mi cara es capaz de sacarme de este letargo y hacerme comprender que, aunque muchas veces así lo sienta, el fútbol no siempre es lo más importante.
Aún así este equipo duele. Hoy nos espera una noche triste y un lunes inacabable. El descenso, el drama de la segunda B, nos lo vamos a comer a nosotros. Sí, tú que me lees, y tú... y tú... y tú también. Ellos se irán. Antes o después pero se irán. Nosotros seremos los que tengamos que madrugar un maldito domingo para enfrentarnos a equipos de pueblos que no sabríamos ubicar en el mapa.
Por eso les pido a todos los que puedan un último esfuerzo. Una muestra coraje para que a estos gandules se les caiga la cara de vergüenza y se partan el alma el domingo. Porque el descenso va en nuestra contra. No en la de ellos. Porque las lágrimas sólo serán las nuestras. Egoístamente hagámoslo por nosotros.
(Desahogo de un aficionado frustado)