Futbolín
Ciertamente hay que dejar claro que el futbolín patrio es el que exhibe a jugadores hechos de metal y con dos piernas. Este invento en particular se lo debemos al gallego Alejandro Finisterre quien lo patentó en 1937. El otro futbolín, el de jugadores "bolo" de una sola pierna, se inventó en centroeuropa a finales del siglo XIX. Curiosamente, este otro futbolín es el más popular en Madrid y aledaños, mientras que la creación del gallego es el más popular en las costas del país.
Fregona
El ingeniero aeronáutico riojano Manuel Jalón Corominas observó en una base norteamericana como se fregaba el suelo con bayetas cuadradas, mientras que dos rodillos sobre el cubo hacían las veces de escurridor. En 1956 usó un palo de escoba para unirlo a una bayeta a tiras de algodón. Había nacido la fregona, que inicialmente incorporaba también un escurridor por rodillos. Años más tarde Jalón mejoró el invento incorporándole un escurridor en forma de colador (pieza de plástico con agujeros) que le dio a la fregona su aspecto actual. Por cierto, al bueno de Jalón le debemos también la jeringuilla hipodérmica desechable. ¡Esta vez sin palo!
Chupa-chups
Otro de los inventos con palo. El caramelo "Chups" fue ideado por el industrial catalán Enric Bernat Fontlladosa. Entre 1956 y 1957 tuvo la idea de hacer un caramelo que se pudiera agarrar con un palo (por entonces de madera). La inspiración le vino de dos hechos: los mayores consumidores de caramelos eran los niños y estos acostumbran a sacarse el dulce de la boca con la mano dejándolo todo "pringoso". Nacía así un producto anunciado con el lema "Chupa Chups" que finalmente la gente asumió como el nombre del dulce. Uno de sus grandes aciertos comerciales fue vender el producto a un precio relativamente alto para que el público lo asociara con la calidad.
Submarino
Inventado por el científico y militar español Isaac Peral, realmente no se trató del primer buque submarino que el mundo haya visto, sino que la novedad introducida por Peral en su torpedero submarino de 1885 es que se propulsaba por energía eléctrica (usaba baterías). Su casco era de acero, podía sumergirse hasta 30 metros y contaba con aperturas en la proa para el lanzamiento de torpedos, característica que no volvería a verse hasta los años de la Primera Guerra Mundial.
Se botó el 8 de septiembre de 1888, y tenía una autonomía de 66 horas y un radio de acción de 284 millas náuticas. Finalmente el prototipo se desechó porque en maniobras diurnas era fácilmente detectable. El aparato estuvo a punto de desguazarse, pero finalmente se recuperó y ahora se exhibe en Cartagena con todos los honores.
Autogiro
Predecesor del actual helicóptero inventado por el ingeniero Juan de la Cierva. En 1920, apenas 17 años después del primer vuelo de los hermanos Wright, este joven nacido en Murcia construyó su primer autogiro, el Cierva C.1 (que no logró volar) utilizando fuselaje, ruedas y estabilizador vertical de un monoplano francés. La innovación consistía en fijar las alas a un rotor en vez de contar con alas fijas como hacían los aviones. Su primer aparato capaz de alzar el vuelo fue el C.4 y lo logró en 1923. Lamentablemente murió muy joven en un accidente de aviación (pero no en su autogiro sino en un avión Douglas DC-2), privando a España de una de sus mentes más creativas.
Cóctel Molotov
Parece que en España somos especialistas en poner nombres rusos a nuestras creaciones. ¡Que se lo digan a la ensaladilla! Esta bomba, de bajo perfil, comenzó a ser usada por el bando republicano en la Guerra Civil Española. Recibe su nombre en honor a Viacheslav Mólotov, comisario político soviético para asuntos exteriores en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Durante los ataques soviéticos a Finlandia de 1939, Molotov afirmaba por radio que en realidad "enviaban alimentos" a los finlandeses, razón por la que sarcásticamente estos llamaban a las bombas "comida molotov". Obviamente si les ofrecían "comida", ellos respondían poniendo el "cóctel". Los finlandeses perfeccionaron este arma barata española, y fueron ellos - como vemos - quienes le dieron el nombre por el que se le conoce en el mundo.
Radio
Uno de los datos más escasamente conocidos por la sociedad española es el caso del ingeniero y militar Julio Cervera, quien inventó la radio 11 años antes que Marconi. De hecho, en mayo y junio del año 1899 Cervera - con la aprobación de la armada española - visitó las instalaciones radiotelegráficas que Marconi dirigía en el Canal de la Mancha y trabajó en su propio sistema. Según el profesor Ángel Faus, Cervera inventó la radio en 1902 y la patentó en varios países. Marconi en aquellos tiempos trabajaba en el telégrafo sin hilos y no produjo radios hasta 1913. Cervera murió en 1929 sin ver su talento reconocido, pero afortunadamente la historia ha terminado por poner a este pionero en el lugar que merece.
Telekino
Obra de nuestro Edison patrio, el ingeniero y matemático cántabro Leonardo Torres y Quevedo, el "telekino" puede ser considerado como el precursor del mando a distancia. En realidad el telekino era un autómata que ejecutaba órdenes transmitidas mediante ondas hertzianas. Pero esta es solo unda de sus múltiples invenciones de este genial creador. Torres Quevedo inventó también el teleférico (uno diseñado por él en 1916 aún presta servicio en las cataratas del Niágara), una calculadora analógica y el ajedrecista, un autómata que jugaba al ajedrez y del que hay referencias en una edición de 1915 de la revista Scientific American.
Laringoscopio
Este aparato para observar la laringe se lo debemos a un señor llamado Manuel Vicente Patricio Rodríguez Sitches nacido en Extremadura, que además de inventor era un conocido cantante de ópera. Seguro que en su invención se comprueba la relación entre ambas actividades. Para su creación, el bueno de Manuel estudió a fondo la anatomía de la laringe usándose a si mismo como modelo con la ayuda de un espejo de dentista. En sus estudios, (cantaba mientras se observaba la laringe) se centró especialmente en la estructura de las fibras musculares. Tuvo una larga vida (superó el siglo) y a pesar de no ser médico recibió honores en Europa por labores que nada tenían que ver con el canto.
El "computador cuántico"
Terminamos hablando de una máquina que aún no existe, pero que lo revolucionará todo. Se trata del computador cuántico, uno de cuyos padres es un catalán formado en Madrid llamado Ignacio Cirac. Desde el 2001, Cirac dirige la División Teórica del Instituto Max-Planck para la Óptica Cuántica. Su investigación se centra en la teoría cuántica de la información. Ha desarrollado un sistema de computación basado en mecánica cuántica que se espera permitirá diseñar algoritmos informáticos mucho más rápidos en el futuro.
Cabe esperar que gracias a su labor, en el futuro las comunicaciones sean mucho más eficientes y seguras. De momento, ya ha logrado efectuar cálculos imposibles con los sistemas actuales de procesamiento y transmisión de la información. ¡Un próximo Premio Nobel cantado!
Mejores inventos españoles
- perreta
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Historia de los primeros submarinos y sumergibles
Un lejano ancestro del submarino es probablemente la barca cosaca del siglo XVII llamada chaika (‘gaviota’), que fue usada bajo el agua para misiones de reconocimiento e infiltración. Chaika podía ser cerrada y sumergida fácilmente de forma que la tripulación podía respirar bajo ella como en una campana submarina moderna e impulsarla caminando por el fondo del río. También se usaban lastres especiales y tubos para tomar aire del exterior.
El primer sumergible de cuya ejecución se tiene información fidedigna fue construido en 1620 por Cornelius Jacobszoon Drebbel, un holandés al servicio de Jaime I de Inglaterra. Estaba propulsado por medio de remos, si bien su naturaleza exacta es objeto de cierta controversia: algunos afirman que era simplemente una campana remolcada por una barca. Dos tipos mejorados fueron probados en el Támesis entre 1620 y 1624.
Aunque los primeros vehículos sumergibles eran meras herramientas para exploraciones subacuáticas, a los inventores no le costó mucho advertir su potencial militar. Las ventajas estratégicas de los submarinos fueron expuestas por el obispo John Wilkins de Chester ya en 1648.
[editar] Los primeros submarinos militares
El primer submarino militar fue el Turtle (‘tortuga’), un dispositivo aovado de tracción humana diseñado por el estadounidense David Bushnell, con capacidad para una sola persona. Fue el primer submarino verificado capaz de operación subacuática y movimiento independiente, el primero en usar hélices para propulsarse. Durante la Guerra de la Independencia estadounidense, el Turtle (operado por el sargento Ezra Lee, del ejército continental) intentó hundir un barco de guerra británico, el HMS Eagle (buque insignia de los bloqueadores) en la bahía de Nueva York el 7 de septiembre de 1776, pero fracasó.
El Nautilus (1800).
En 1800, Francia construyó un submarino de tracción humana diseñado por Robert Fulton, el Nautilus. Los franceses terminaron cancelando el experimento en 1804, al igual que los británicos cuando más tarde consideraron el diseño del submarino de Fulton.
Durante la Guerra de 1812, Silas Halsey murió en 1814 mientras usaba un submarino en un ataque fallido contra un barco de guerra británico fondeado en la bahía de Nueva Londres.
En 1851 Wilhelm Bauer, un cabo de artillería bávaro, botó un submarino diseñado por él y llamado Brandtaucher (‘buzo incendiario’) en la bahía de Kiel. Este submarino fue construido por August Howaldt y era propulsado por un molino. Se hundió pero los tres tripulantes lograron escapar. El submarino fue rescatado en 1887 y se exhibe en el museo de Dresde.
[editar] Submarinos en la Guerra Civil Estadounidense
Durante la Guerra Civil Estadounidense, la Unión fue el primer bando en usar un submarino. El Alligator (‘caimán’), de diseño francés, fue el primer submarino de la armada estadounidense y el primero en contar con aire comprimido (para la tripulación) y un sistema de filtrado de aire. El Alligator fue el primer submarino que incluyó una escotilla de buceo que permitía a un buzo colocar minas detonadas eléctricamente en los barcos enemigos. Inicialmente propulsado mediante remos movidos por la tripulación, fue remodelado tras 6 meses para propulsarse con una hélice movida por una manivela. Con una tripulación de 20 personas, 14,3 m de longitud y unos 1,2 m de diámetro, era más grande que los submarinos confederados. Desapareció en una tormenta junto al cabo Hatteras el 1 de abril de 1863 sin tripulación cuando era remolcado hasta su primer despliegue en combate en Charleston.
Los Estados Confederados de América construyeron varios submarinos de tracción humana, incluyendo el H. L. Hunley (bautizado en honor de uno de sus promotores, Horace Lawson Hunley). El primer submarino confederado fue el Pioneer (‘pionero’), de 9 m de largo, que hundió una goleta enemiga mediante una mina adosada durante las pruebas en el lago Pontchartrain, pero no fue usado en combate. Fue hundido después de que Nueva Orleans fuese tomada y vendido para desguace en 1868.
Hunley estaba destinado a atacar los barcos del Norte, que estaban bloqueando los puertos del Sur. El submarino tenía un largo poste con una carga explosiva en la proa, llamado «torpedo pértiga». El submarino tenía que acercarse al buque enemigo, ponerle el explosivo, alejarse y entonces detonarlo. Era extremadamente peligroso de operar y no tenía más suministro de aire que el contenido en el compartimento principal. Se hundió en dos ocasiones: la primera vez murió la mitad de la tripulación y la segunda vez se ahogaron los ocho tripulantes, incluyendo al propio Hunley. El 18 de febrero de 1864 el Hunley hundió al USS Housatonic en la bahía de Charleston, siendo la primera vez que un submarino lograba hundir otro barco, si bien fue hundido en el mismo combate poco después de comunicar su éxito. Otro submarino confederado fue hundido en su viaje inaugural en el lago de Pontchartrain; fue hallado en tierra en los años 1870 y actualmente se exhibe en el Museo Estatal de Louisiana. Los submarinos no tuvieron un gran impacto en el desenlace de la guerra, pero anunciaron su futura importancia en la guerra naval, aumentando el interés por ellos.
América Latina
El primer submarino fue el Hipopótamo construido por José Rodríguez Labandera en Ecuador, quien junto a José Quevedo cruzó el río Guayas el 18 de septiembre de 1838. Rodríguez Labandera realizó arreglos al Hipopótamo y cruzó el mismo rio Guayas en dos ocasiones más. Sin embargo, por falta de interés del gobierno u otra institución, la nave quedó varada en las orillas del Guayas, donde el tiempo se encargó de destruirla.
Luego, el Flach, diseñado y construido por el ingeniero chileno-alemán Karl Flach, en 1865, comisionado por el gobierno de Chile, durante la guerra que este país junto a Perú, libró contra España entre 1864 y 1866. El invento de Flach era simple. Totalmente hecho de hierro, el submarino tenía una eslora de 12,5 metros, una manga de 2,5 metros y un peso cercano a las 100 toneladas. Alcanzaba una velocidad de 2 a 3 nudos, impulsado a propulsión humana, con un sistema de cigüeñales y pedales que movían sus dos hélices, y se hundía con un ingenioso sistema de arrastre de pesos de un lado a otro de la nave. Su armamento consistía en dos cañones de retrocarga, ubicado uno en la proa. Contaba además con un ingenioso sistema de renovación de aire, por lo que su autonomía sumergido podía llegar a las 8 horas aproximadamente. Tenía una escotilla, pero no tenía periscopio, por lo que, cada tanto, el buque debía salir a la superficie para saber si iba en la dirección correcta. Su tripulación constaba de 11 hombres. Luego de numerosas pruebas, la nave se hundió en la bahía de Valparaíso, con toda su tripulación el 3 de mayo de 1866.
[editar] Submarinos de propulsión mecánica (finales del siglo XIX)
Plongeur, el primer submarino cuyo sistema de propulsión no era la tracción humana.
Réplica del submarino de madera de Monturiol Ictíneo II en el Puerto Viejo de Barcelona.
El primer submarino cuyo sistema de propulsión no era la tracción humana fue el francés Plongeur, botado en 1863, que usaba aire comprimido a 180 PSI.[8]
El primer submarino con motor de combustión fue el Ictíneo II, propulsado por vapor y peróxido, construido en Barcelona en 1867 por Narciso Monturiol y botado el 2 de octubre de 1864 en la Barceloneta. Medía 17 m de largo y desplazaba 65 t. Inicialmente la propulsión era una hélice que giraba mediante manubrios accionados por 16 hombres, pero en vista del escaso rendimiento dos años más tarde se añadió un motor a vapor de 6 CV, realizando el 22 de octubre de 1867 la primera salida a vapor.[8] La nave estaba diseñada para albergar una tripulación de 2 personas, sumergirse 30 m y permanecer bajo el agua 2 horas. En la superficie usaba un motor a vapor, pero bajo el agua dicho motor habría consumido rápidamente el oxígeno del submarino, por lo que Monturiol recurrió a la química para inventar un motor que consumía una mezcla de clorato potásico, zinc y peróxido de manganeso. La elegancia de este método era que la reacción que movía la hélice liberaba oxígeno, que tras ser tratado se usaba en el casco para la tripulación y también alimentaba un motor de vapor auxiliar que ayudaba a propulsar la nave bajo el agua. A pesar de las exitosas demostraciones en el puerto de Barcelona, Monturiol no logró interesar a la armada española o de cualquier otro país.
En 1870, el escritor francés Julio Verne publicó el clásico de ciencia ficción Veinte mil leguas de viaje submarino, que narraba las aventuras de un inventor inconformista en el Nautilus, un submarino más avanzado que todos los existentes en la época. La historia inspiró a los inventores para construir submarinos más avanzados.
En 1879, durante la Guerra del Pacífico, el gobierno peruano encargó la construcción de un submarino. Así nació el completamente funcional Toro Submarino, pero nunca fue empleado en batalla, ya que fue hundido tras la derrota de Perú en la guerra para evitar la captura por el enemigo.
El primer submarino construido en serie, sin embargo, era de tracción humana. Fue el submarino del inventor polaco Stefan Drzewiecki: 50 unidades fueron construidas en 1881 para el gobierno ruso. El mismo inventor construyó en 1884 un submarino impulsado por energía eléctrica.
http://es.wikipedia.org/wiki/Submarino
Cómo ves el submarino no es un invento español, es un invento francés, perfeccionar por un español.
Un lejano ancestro del submarino es probablemente la barca cosaca del siglo XVII llamada chaika (‘gaviota’), que fue usada bajo el agua para misiones de reconocimiento e infiltración. Chaika podía ser cerrada y sumergida fácilmente de forma que la tripulación podía respirar bajo ella como en una campana submarina moderna e impulsarla caminando por el fondo del río. También se usaban lastres especiales y tubos para tomar aire del exterior.
El primer sumergible de cuya ejecución se tiene información fidedigna fue construido en 1620 por Cornelius Jacobszoon Drebbel, un holandés al servicio de Jaime I de Inglaterra. Estaba propulsado por medio de remos, si bien su naturaleza exacta es objeto de cierta controversia: algunos afirman que era simplemente una campana remolcada por una barca. Dos tipos mejorados fueron probados en el Támesis entre 1620 y 1624.
Aunque los primeros vehículos sumergibles eran meras herramientas para exploraciones subacuáticas, a los inventores no le costó mucho advertir su potencial militar. Las ventajas estratégicas de los submarinos fueron expuestas por el obispo John Wilkins de Chester ya en 1648.
[editar] Los primeros submarinos militares
El primer submarino militar fue el Turtle (‘tortuga’), un dispositivo aovado de tracción humana diseñado por el estadounidense David Bushnell, con capacidad para una sola persona. Fue el primer submarino verificado capaz de operación subacuática y movimiento independiente, el primero en usar hélices para propulsarse. Durante la Guerra de la Independencia estadounidense, el Turtle (operado por el sargento Ezra Lee, del ejército continental) intentó hundir un barco de guerra británico, el HMS Eagle (buque insignia de los bloqueadores) en la bahía de Nueva York el 7 de septiembre de 1776, pero fracasó.
El Nautilus (1800).
En 1800, Francia construyó un submarino de tracción humana diseñado por Robert Fulton, el Nautilus. Los franceses terminaron cancelando el experimento en 1804, al igual que los británicos cuando más tarde consideraron el diseño del submarino de Fulton.
Durante la Guerra de 1812, Silas Halsey murió en 1814 mientras usaba un submarino en un ataque fallido contra un barco de guerra británico fondeado en la bahía de Nueva Londres.
En 1851 Wilhelm Bauer, un cabo de artillería bávaro, botó un submarino diseñado por él y llamado Brandtaucher (‘buzo incendiario’) en la bahía de Kiel. Este submarino fue construido por August Howaldt y era propulsado por un molino. Se hundió pero los tres tripulantes lograron escapar. El submarino fue rescatado en 1887 y se exhibe en el museo de Dresde.
[editar] Submarinos en la Guerra Civil Estadounidense
Durante la Guerra Civil Estadounidense, la Unión fue el primer bando en usar un submarino. El Alligator (‘caimán’), de diseño francés, fue el primer submarino de la armada estadounidense y el primero en contar con aire comprimido (para la tripulación) y un sistema de filtrado de aire. El Alligator fue el primer submarino que incluyó una escotilla de buceo que permitía a un buzo colocar minas detonadas eléctricamente en los barcos enemigos. Inicialmente propulsado mediante remos movidos por la tripulación, fue remodelado tras 6 meses para propulsarse con una hélice movida por una manivela. Con una tripulación de 20 personas, 14,3 m de longitud y unos 1,2 m de diámetro, era más grande que los submarinos confederados. Desapareció en una tormenta junto al cabo Hatteras el 1 de abril de 1863 sin tripulación cuando era remolcado hasta su primer despliegue en combate en Charleston.
Los Estados Confederados de América construyeron varios submarinos de tracción humana, incluyendo el H. L. Hunley (bautizado en honor de uno de sus promotores, Horace Lawson Hunley). El primer submarino confederado fue el Pioneer (‘pionero’), de 9 m de largo, que hundió una goleta enemiga mediante una mina adosada durante las pruebas en el lago Pontchartrain, pero no fue usado en combate. Fue hundido después de que Nueva Orleans fuese tomada y vendido para desguace en 1868.
Hunley estaba destinado a atacar los barcos del Norte, que estaban bloqueando los puertos del Sur. El submarino tenía un largo poste con una carga explosiva en la proa, llamado «torpedo pértiga». El submarino tenía que acercarse al buque enemigo, ponerle el explosivo, alejarse y entonces detonarlo. Era extremadamente peligroso de operar y no tenía más suministro de aire que el contenido en el compartimento principal. Se hundió en dos ocasiones: la primera vez murió la mitad de la tripulación y la segunda vez se ahogaron los ocho tripulantes, incluyendo al propio Hunley. El 18 de febrero de 1864 el Hunley hundió al USS Housatonic en la bahía de Charleston, siendo la primera vez que un submarino lograba hundir otro barco, si bien fue hundido en el mismo combate poco después de comunicar su éxito. Otro submarino confederado fue hundido en su viaje inaugural en el lago de Pontchartrain; fue hallado en tierra en los años 1870 y actualmente se exhibe en el Museo Estatal de Louisiana. Los submarinos no tuvieron un gran impacto en el desenlace de la guerra, pero anunciaron su futura importancia en la guerra naval, aumentando el interés por ellos.
América Latina
El primer submarino fue el Hipopótamo construido por José Rodríguez Labandera en Ecuador, quien junto a José Quevedo cruzó el río Guayas el 18 de septiembre de 1838. Rodríguez Labandera realizó arreglos al Hipopótamo y cruzó el mismo rio Guayas en dos ocasiones más. Sin embargo, por falta de interés del gobierno u otra institución, la nave quedó varada en las orillas del Guayas, donde el tiempo se encargó de destruirla.
Luego, el Flach, diseñado y construido por el ingeniero chileno-alemán Karl Flach, en 1865, comisionado por el gobierno de Chile, durante la guerra que este país junto a Perú, libró contra España entre 1864 y 1866. El invento de Flach era simple. Totalmente hecho de hierro, el submarino tenía una eslora de 12,5 metros, una manga de 2,5 metros y un peso cercano a las 100 toneladas. Alcanzaba una velocidad de 2 a 3 nudos, impulsado a propulsión humana, con un sistema de cigüeñales y pedales que movían sus dos hélices, y se hundía con un ingenioso sistema de arrastre de pesos de un lado a otro de la nave. Su armamento consistía en dos cañones de retrocarga, ubicado uno en la proa. Contaba además con un ingenioso sistema de renovación de aire, por lo que su autonomía sumergido podía llegar a las 8 horas aproximadamente. Tenía una escotilla, pero no tenía periscopio, por lo que, cada tanto, el buque debía salir a la superficie para saber si iba en la dirección correcta. Su tripulación constaba de 11 hombres. Luego de numerosas pruebas, la nave se hundió en la bahía de Valparaíso, con toda su tripulación el 3 de mayo de 1866.
[editar] Submarinos de propulsión mecánica (finales del siglo XIX)
Plongeur, el primer submarino cuyo sistema de propulsión no era la tracción humana.
Réplica del submarino de madera de Monturiol Ictíneo II en el Puerto Viejo de Barcelona.
El primer submarino cuyo sistema de propulsión no era la tracción humana fue el francés Plongeur, botado en 1863, que usaba aire comprimido a 180 PSI.[8]
El primer submarino con motor de combustión fue el Ictíneo II, propulsado por vapor y peróxido, construido en Barcelona en 1867 por Narciso Monturiol y botado el 2 de octubre de 1864 en la Barceloneta. Medía 17 m de largo y desplazaba 65 t. Inicialmente la propulsión era una hélice que giraba mediante manubrios accionados por 16 hombres, pero en vista del escaso rendimiento dos años más tarde se añadió un motor a vapor de 6 CV, realizando el 22 de octubre de 1867 la primera salida a vapor.[8] La nave estaba diseñada para albergar una tripulación de 2 personas, sumergirse 30 m y permanecer bajo el agua 2 horas. En la superficie usaba un motor a vapor, pero bajo el agua dicho motor habría consumido rápidamente el oxígeno del submarino, por lo que Monturiol recurrió a la química para inventar un motor que consumía una mezcla de clorato potásico, zinc y peróxido de manganeso. La elegancia de este método era que la reacción que movía la hélice liberaba oxígeno, que tras ser tratado se usaba en el casco para la tripulación y también alimentaba un motor de vapor auxiliar que ayudaba a propulsar la nave bajo el agua. A pesar de las exitosas demostraciones en el puerto de Barcelona, Monturiol no logró interesar a la armada española o de cualquier otro país.
En 1870, el escritor francés Julio Verne publicó el clásico de ciencia ficción Veinte mil leguas de viaje submarino, que narraba las aventuras de un inventor inconformista en el Nautilus, un submarino más avanzado que todos los existentes en la época. La historia inspiró a los inventores para construir submarinos más avanzados.
En 1879, durante la Guerra del Pacífico, el gobierno peruano encargó la construcción de un submarino. Así nació el completamente funcional Toro Submarino, pero nunca fue empleado en batalla, ya que fue hundido tras la derrota de Perú en la guerra para evitar la captura por el enemigo.
El primer submarino construido en serie, sin embargo, era de tracción humana. Fue el submarino del inventor polaco Stefan Drzewiecki: 50 unidades fueron construidas en 1881 para el gobierno ruso. El mismo inventor construyó en 1884 un submarino impulsado por energía eléctrica.
http://es.wikipedia.org/wiki/Submarino
Cómo ves el submarino no es un invento español, es un invento francés, perfeccionar por un español.
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Gracias por el post...
Nasshh !!!
Gracias por el post, y es cierto que Nikola Tesla es el gran ignorado de la historia, o mejor dicho, uno de los mas acallados, cuando en realidad sus inventos son totalmente revolucionarios, sin duda alguna, un hombre avanzadisimo para su epoca. Segun una conferencia de cientificos de hace un par de años, todavia se estan estudiando muchas de sus ideas que se aplican y se aplicaran en el futuro.
Un saludo para tod@s !!!
A Cuidarse y Hasta Pronto !!!
Gracias por el post, y es cierto que Nikola Tesla es el gran ignorado de la historia, o mejor dicho, uno de los mas acallados, cuando en realidad sus inventos son totalmente revolucionarios, sin duda alguna, un hombre avanzadisimo para su epoca. Segun una conferencia de cientificos de hace un par de años, todavia se estan estudiando muchas de sus ideas que se aplican y se aplicaran en el futuro.
Un saludo para tod@s !!!
A Cuidarse y Hasta Pronto !!!