amarelo escribió:Mozart, , siempre sesgando, durante la segunda república no se da ninguno de los hechos que relatas, lo que si se dá al empezar la guerra es la barbarie que utilizan los republicanos con el clero en este pais en parte debido a que el clero apoyaba abiertamente a los golpistas ya que tenían miedo a la galopante perdida de poder que tenían y que de triunfar la republica de modo estable les borraría del mapa como había pasado en Francia, e Inglaterra principalmente. En cualquier caso lo de llegar a un pueblo e ir a por el cura por facha o dando por hecho que lo es una auténtica atrocidad que nunca debió ocurrir, igual que nunca debió producirse una guerra civil.
Ahh durante la Segunda República no se dan ninguno de los hechos que relato. No sé que eje cronológico tendrás tú, pero en 1934 en España existía la II República.
TE vuelvo a poner el enlace por si no lo has leído bien:
http://www.losalcores.info/articulo.asp?ID=4839.
Aquí te pongo algunos extractos de ese hecho acaecido durante la República.
La Revolución de Asturias fue, en principio, un movimiento huelguístico y en pocos días se convirtió en un golpe de Estado; levantándose en armas contra el gobierno legalmente constituido tras las elecciones de noviembre de 1933. Este movimiento estuvo alentado desde amplios sectores e importantes dirigentes del PSOE y la UGT, como Largo Caballero o Indalecio Prieto… y con el apoyo de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y el Partido Comunista de España (PCE). Estos acontecimientos sucedieron del 5 al 19 de octubre de 1934 y según prestigiosos historiadores fue la antesala de la nefasta guerra civil española.
Leyendo la historia uno se da cuenta hasta donde puede llegar el fanatismo de las personas y nos demuestra la catadura moral que cada uno tiene de lo que es la Justicia, la Libertad y la Democracia. Todo lo que sucedió en España durante esos fatales días de octubre fue debido a que el PSOE y la UGT no querían que fueran nombrados ministros tres miembros de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) que en las elecciones de 1933 fue el partido que más escaños consiguió 105, en total la derecha y el centro obtuvieron 258 escaños. Los republicanos de centro, donde militaba Martínez Barrios, consiguieron 119. Y los republicanos de izquierda, véase PSOE (58), PCE (1) junto con el resto de partidos de izquierda entre todos lograron 95 escaños. Cabe destacar que en estas elecciones las mujeres pudieron vota por primera vez gracias a la labor política de Clara Campoamor, del Partido Radical. En su intervención parlamentaria la socialista Victoria Kent entre otras cosas dijo: “Dar el derecho al voto a la mujer es un peligro para la República”. El PSOE y los demás partidos de izquierdas votaron en contra, alegando que el voto femenino beneficiaría a los partidos católicos. A la votación solo asistieron el 55% de los diputados.
Tras el fracaso la izquierda no se conformó con el resultado, la agitación social aumentó con la perdida del poder desembocado en el trajico octubre de 1934. Durante ese tiempo hubo huelgas, levantamientos anarquistas, desafíos a la legalidad del Gobierno e incluso muertes por la mayoría de las regiones españolas. La tarde del 2 de octubre de 1934, el Presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora y Torres, encargó a Lerroux la formación del Gobierno. La decisión del Presidente del Gobierno Alejandro Lerroux García, del Partido Republicano Radical, de incluir a tres miembros de la CEDA en su nuevo gobierno encendió la mecha, tres días más tarde estallaba la revolución en Asturias.
A lo largo de 1934 los llamamientos a la revolución por parte del PSOE fueron constantes, el 3 de enero El Socialista publicaba las palabras que Indalecio Prieto dedicaba a la ciudadanía diciendo: “Guerra de clases, odio a muerte a la burguesía criminal… Mientras la UGT, PSOE, CNT, PCE y la Juventudes socialistas formaron una Alianza Obrera, cuya finalidad no era defender a los obreros; su objetivo era derrocar el sistema parlamentario e implantar una revolución semejante a lo ocurrido en Rusia en 1917.
Lo que pasa es que decir que durante la República se mataban curas o monjas es mentira. Lo que si es cierto es que el ejercito mató a altos cargos de su propio cuerpo que no querían levantarse en armas contra el poder legalmente establecido.
No te discuto que el bando franquista fuera un asesino, pero sí te discuto que el bando republicano también lo fue. El problema es que en este país no es políticamente correcto decirlo.
TE pongo un estracto del testimonio de un cura que se salvó milagorsamente de la muerte a manos de milicianos del Frente Popular.
Me cogieron de los brazos, me registraron y encontraron el breviario. Uno de ellos me pegó un culatazo en la cara, me rompió la nariz y me dejó el ojo izquierdo sin vista durante tres meses. Caí en tierra. Me pegaban y me hacían levantarme, hasta que ya no pude. Y, entonces, uno de ellos me dio un tiro en la cabeza. La bala me entró por debajo del ojo izquierdo, me atravesó el paladar, la lengua, el cuello y quedó alojada en el pulmón. El otro le dijo que me volviera a dar otro tiro, porque estaba vivo, pero ya no me lo dio. Me echaron a un barranquito cerca de la carretera. Yo oía cómo se iban, riéndose de cómo yo rezaba a la Virgen.
Cuando se perdieron sus voces, intenté subir a la carretera y, al ponerme de pie, me caí. Estaba muy grave. Me dije: «Es preciso subir a la carretera». Subí a gatas, cogiéndome a la hierba, poquito a poco, y, por fin, llegué a la carretera. Enseguida se formó un charco de sangre. La gente pasaba de largo y, por fin, pasó un autobús. Eran las doce de la noche. Como la carretera era algo estrecha y el autobús era ancho, pararon y bajaron. Les dije que era sacerdote y que me habían martirizado. No sabían qué hacer; por fin, me cargaron al autobús y me llevaron hacia Castellón para dejarme en un hospital. Estaba muy herido.
[...]
Cuando terminó la guerra, juzgaron a esos dos matones y los condenaron a muerte. Y, estando ya en Zucaina, vinieron a verme el padre de uno y la madre del otro, y se arrodillaron en cruz delante de mí, diciéndome: «Padrecito, tenga compasión de nuestros hijos, que están en la cárcel y los van a matar por lo que le hicieron a usted».
Enseguida, cogí un papel y escribí al juez, diciéndole que yo estaba bien y que quería que les quitaran la pena de muerte. Y, al ver el documento con mi firma, les conmutaron la pena. No sé si aún vivirán, ha pasado mucho tiempo. Estoy muy agradecido a Jesús porque me salvó la vida. Ahora, me llaman el muerto resucitado.
El cura se lllamaba Eugenio Laguarda, puedes buscarlo en internet y sacar tus propias conclusiones, allí encontrarás más testimonios, insisto, hazlo y compruebalo. No quiero que por yo decir la verdad me llamen fascista.
Atacando constantemente a los republicanos y defiendo a los fascistas que en este pais tiene como sinónimo "nacionales", da igual luego lo que expliques porq simplemente te retrata politicamente. La gente que me conoce sabe que no voto a izquierda unida ni al Psoe siquiera pero no voy a participar en una espiral de mentiras que convierte a los demócratas prefascistas en asesinos y a un régimen fascista de 40 años en justificable. Y te lo digo yo que vengo de una familia acomodada en el fascismo español pero una mentira no debe convertirse en verdad por repetirla mil veces, aunque solo sea por honrar la historia como disciplina.
Nunca he defendido ni defenderé una dictadura y aún menos, un asesinato. Jamás me he pronunciado políticamente ni a favor del PSOE ni del PP. A lo único que me remito es a mi trabajo de historiador, y a luchar contra las mentiras históricas existentes en este país. Y me descojona por una parte, y me indigna por la otra, que en la Ley de Memoria histórica del PSOE, no se incluya y se intente ocultar los desmanes que realizaron los de su partido antes y durante la guerra, además de los otros grupos de izquieras. La Ley es igual para todos, no sólo para el que uno quiera.
En España gobernó la CEDA del 34 al 36 (la derecha) y adelanto elecciones por el caos que había formado en el pais, cuando en enero de 1936 adelanta elecciones y las pierde, gana el frente Popular (las izquierdas de distinto corte se habían presentado juntas), empiezan personas de la oligarquía a intentar conspirar contra la república ya que veían que las reformas podían perjudicar su estatus.
Cierto. Pasó lo mismo que en 1934, lo único que cambia es el color del golpista.
Solo la parte mas casposa de la derecha recalcitrante española cuenta que los rojos y blablabla, en el resto del mundo la segunda república es un período democrático donde se alternan la derecha y la izquierda y cuando llega la última la primera rompe la baraja. Mírate wikipedia o cualquier publicación que sea editada en el extranjero.
En mi caso, sólo mi profesión me inclina a intentar saber la verdad de los dos bandos, no la de uno sólo.
Y una barbarie aislada nunca justificara la instauración de un sistema fascista de 40 años. En mi no vas a encontrar un defensor de Stalin, ni de Franco ni de ningun dictador de esa índole.