La coalición es así la segunda fuerza del País Vasco, por detrás del PNV, pero por delante del PSE y del PP. Para la izquierda abertzale ilegalizada, que aguarda ahora un pronunciamiento favorable del Tribunal Constitucional sobre Sortu, el resultado de Bildu representa un refrendo de la sociedad vasca y la constatación de que va por el buen camino, después de haber definido una estrategia por vías exclusivamente políticas y pacíficas.
El PNV fue el partido más votado en las urnas, pero puede perder la diputación de Guipúzcoa y deberá pactar en Vizcaya si no quiere gobernar en minoría. Especialmente ajustado y delicado para el partido nacionalista es el resultado en el territorio alavés, cuyo Gobierno foral es, además, la gran obsesión del PP desde el mismo día en que firmó, hace dos años, su pacto de apoyo al Gobierno de Patxi López. Es seguro, pues, que ahora los conservadores exigirán de nuevo al PSE, como contraprestación, su apoyo para gobernar la Diputación alavesa y dejar al PNV en la oposición.
Allí esta vez el PP y PSOE van a tener que hacer algo mas que el sucio pacto de la vergüenza.
Me alegro por ellos!!
Mientras, aquí nos pudrimos con CC y PP
