"Banco malo" (politica PP)
Publicado: Vie Nov 25, 2011 5:28 pm
¿Y si en vez del banco malo la banca vendiera los pisos a precios que se pueden pagar?
Estoy en contra del “banco malo”. Me refiero, claramente, al banco malo colectivo para todo el sistema financiero, financiado con dinero público. Que cada palo aguante su vela y quien no puede aguantar, que saque bandera blanca y se deje “salvar” por alguien más fuerte dispuesto a comprarlo. Será a precios de saldo, claro está. Pero ¿qué quieren? Si han hecho las cosas mal, tendrán que pagarlo.
La victoria del Partido Popular en las elecciones ha vuelto a reforzar las expectativas de que el próximo Gobierno acabe haciendo el famoso banco malo. Un contenedor dónde las entidades metan sus activos tóxicos (vamos, el ladrillo) para liberar sus balances y retomar la fuerza para cumplir con su misión: financiar la economía real. El Estado se quedaría con el “banco malo”, a la espera de que la situación mejore para poder ir vendiéndolos con el tiempo.
Primera pregunta: ¿a qué precio se valorarán los activos que cedan las entidades? Para algunos de estos activos, como el suelo, prácticamente ahora no hay mercado y si nadie está dispuesto a comprar algo, en una economía de libre mercado este algo vale cero…
Segunda pregunta: ¿de dónde tiene que sacar la pasta el Estado para financiar este banco malo? ¿Del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera? ¿Del FMI? ¿O directamente recortamos sanidad e instrucción pública, así con el ahorro podemos ayudar a los pobres bancos?
Entendedme bien: no quiero ser populista y soy la primera que defiende que para que la economía salga de la situación en la que está necesita de un sistema financiero saneado y que dé crédito. Pero hay diferentes maneras de hacerlo.
Mi modesta opinión que los bancos deberían empezar a vender los inmuebles que se han quedado a precios competitivos o, directamente, a los precios que la gente está dispuesta a pagar por ellos. Esta es la ley de la demanda y de la oferta, ¿o la defensa del libre mercado la dejamos sólo para cuando nos venga bien? Hay muchas entidades que han defendido públicamente que no piensan malvender sus pisos, que tienen músculo financiero para aguantarlos en balance y los sacarán cuando el mercado se recupere. Opción legítima, cierto, pero algo contradictoria con la petición de un banco malo.
Me gustaría recordar que si los precios de venta de ahora les suponen a los bancos fuertes minusvalías, esto ocurre porque en su momento tasaron los pisos a precios desorbitados y concedieron hipotecas demasiado elevadas, siendo los primeros impulsores de la burbuja que les ha explotado entre las manos.
Pero, como la banca es necesaria, hay que encontrar soluciones. Pues ¡qué vendan! y las entidades cuyas cuentas y balances no sean suficientemente fuertes para aguantar las minusvalías que afloren del saneamiento, ¡que desaparezcan! Que se sitúen en el mercado para ser absorbidas por las que sí tienen músculo, al precio que sea.
No todas las entidades, de hecho, están a favor del banco malo. Sobre todo los grandes, Santander y BBVA, se han mostrado muy recelosos. La patronal bancaria, que en teoría representa a todos los bancos, tampoco parece muy propensa. Su posición no ha variado desde comienzos de la crisis: las ayudas públicas sólo hay que darlas a entidades que sean viables o que se reestructuren de verdad: es decir, no que cierren algunas oficinas y despidan a trabajadores, sino que acaben absorbidas por otras.
De hecho, en el sector hay quien dice directamente que quién de verdad necesita el banco malo es Bankia. Ops… ¿no fue Rato el primer banquero con quien se ha reunido Rajoy?
La paradoja
Me contaban recientemente que hace justo un año, al caer la Navidad de 2010, hubo una entidad (no me quisieron decir si banco o caja) que se acercó a CAM dispuesto a comprarla. Ni hace falta decir que pedía un fuerte descuento sobre el valor en libros.
Pues los entonces gestores de CAM (¿os suena, por ejemplo, una cierta María Dolores Amorós?) ni siquiera quisieron escuchar los detalles de la propuesta. Por no hablar de los tutores políticos de la caja alicantina, es decir la Generalitat Valenciana. Obviamente, todavía no se había roto el pacto con CajAstur para crear Banco Base y CAM tenía ambiciosos planes para su futuro. ¿Cómo se iba a malvender a un tercero? ¿Cómo iba la Generalitat a dejar de proteger la valencianidad de la caja?
Los resultados están bajo los ojos de todo el mundo. CajAstur, Caja Cantabria y Caja Extremadura se enteraron a tiempo del engaño y rompieron con Banco Base. CAM acabó intervenida, ya se le han inyectado 5.800 millones de dinero público y ahora el Banco de España no encuentra igualmente quién se la compre, ni siquiera garantizando pérdidas futuras por otros 16.000 millones. A la puja, parece irá sólo Sabadell, así que no se descarta que finalmente el regulador tendrá que trocearla y venderlas en partes.
¿Y si se hubiese hecho desde el principio? ¿Y si se hiciera con todas aquellas que, tras vender activos y aflorar pérdidas no sean sostenibles? Quizás… a lo mejor funcionaría.
http://www.expansion.com/blogs/la-banca ... banca.html
Estoy en contra del “banco malo”. Me refiero, claramente, al banco malo colectivo para todo el sistema financiero, financiado con dinero público. Que cada palo aguante su vela y quien no puede aguantar, que saque bandera blanca y se deje “salvar” por alguien más fuerte dispuesto a comprarlo. Será a precios de saldo, claro está. Pero ¿qué quieren? Si han hecho las cosas mal, tendrán que pagarlo.
La victoria del Partido Popular en las elecciones ha vuelto a reforzar las expectativas de que el próximo Gobierno acabe haciendo el famoso banco malo. Un contenedor dónde las entidades metan sus activos tóxicos (vamos, el ladrillo) para liberar sus balances y retomar la fuerza para cumplir con su misión: financiar la economía real. El Estado se quedaría con el “banco malo”, a la espera de que la situación mejore para poder ir vendiéndolos con el tiempo.
Primera pregunta: ¿a qué precio se valorarán los activos que cedan las entidades? Para algunos de estos activos, como el suelo, prácticamente ahora no hay mercado y si nadie está dispuesto a comprar algo, en una economía de libre mercado este algo vale cero…
Segunda pregunta: ¿de dónde tiene que sacar la pasta el Estado para financiar este banco malo? ¿Del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera? ¿Del FMI? ¿O directamente recortamos sanidad e instrucción pública, así con el ahorro podemos ayudar a los pobres bancos?
Entendedme bien: no quiero ser populista y soy la primera que defiende que para que la economía salga de la situación en la que está necesita de un sistema financiero saneado y que dé crédito. Pero hay diferentes maneras de hacerlo.
Mi modesta opinión que los bancos deberían empezar a vender los inmuebles que se han quedado a precios competitivos o, directamente, a los precios que la gente está dispuesta a pagar por ellos. Esta es la ley de la demanda y de la oferta, ¿o la defensa del libre mercado la dejamos sólo para cuando nos venga bien? Hay muchas entidades que han defendido públicamente que no piensan malvender sus pisos, que tienen músculo financiero para aguantarlos en balance y los sacarán cuando el mercado se recupere. Opción legítima, cierto, pero algo contradictoria con la petición de un banco malo.
Me gustaría recordar que si los precios de venta de ahora les suponen a los bancos fuertes minusvalías, esto ocurre porque en su momento tasaron los pisos a precios desorbitados y concedieron hipotecas demasiado elevadas, siendo los primeros impulsores de la burbuja que les ha explotado entre las manos.
Pero, como la banca es necesaria, hay que encontrar soluciones. Pues ¡qué vendan! y las entidades cuyas cuentas y balances no sean suficientemente fuertes para aguantar las minusvalías que afloren del saneamiento, ¡que desaparezcan! Que se sitúen en el mercado para ser absorbidas por las que sí tienen músculo, al precio que sea.
No todas las entidades, de hecho, están a favor del banco malo. Sobre todo los grandes, Santander y BBVA, se han mostrado muy recelosos. La patronal bancaria, que en teoría representa a todos los bancos, tampoco parece muy propensa. Su posición no ha variado desde comienzos de la crisis: las ayudas públicas sólo hay que darlas a entidades que sean viables o que se reestructuren de verdad: es decir, no que cierren algunas oficinas y despidan a trabajadores, sino que acaben absorbidas por otras.
De hecho, en el sector hay quien dice directamente que quién de verdad necesita el banco malo es Bankia. Ops… ¿no fue Rato el primer banquero con quien se ha reunido Rajoy?
La paradoja
Me contaban recientemente que hace justo un año, al caer la Navidad de 2010, hubo una entidad (no me quisieron decir si banco o caja) que se acercó a CAM dispuesto a comprarla. Ni hace falta decir que pedía un fuerte descuento sobre el valor en libros.
Pues los entonces gestores de CAM (¿os suena, por ejemplo, una cierta María Dolores Amorós?) ni siquiera quisieron escuchar los detalles de la propuesta. Por no hablar de los tutores políticos de la caja alicantina, es decir la Generalitat Valenciana. Obviamente, todavía no se había roto el pacto con CajAstur para crear Banco Base y CAM tenía ambiciosos planes para su futuro. ¿Cómo se iba a malvender a un tercero? ¿Cómo iba la Generalitat a dejar de proteger la valencianidad de la caja?
Los resultados están bajo los ojos de todo el mundo. CajAstur, Caja Cantabria y Caja Extremadura se enteraron a tiempo del engaño y rompieron con Banco Base. CAM acabó intervenida, ya se le han inyectado 5.800 millones de dinero público y ahora el Banco de España no encuentra igualmente quién se la compre, ni siquiera garantizando pérdidas futuras por otros 16.000 millones. A la puja, parece irá sólo Sabadell, así que no se descarta que finalmente el regulador tendrá que trocearla y venderlas en partes.
¿Y si se hubiese hecho desde el principio? ¿Y si se hiciera con todas aquellas que, tras vender activos y aflorar pérdidas no sean sostenibles? Quizás… a lo mejor funcionaría.
http://www.expansion.com/blogs/la-banca ... banca.html