
"Olvidaos de la gripe aviar. La amenaza de que se convierta en una pandemia es más una táctica de terror político y una bonanza potencial para los beneficios de las empresas farmacéuticas y de su red de accionistas importantes (incluido Gilead Sciences, que desarrolló el medicamento Tamiflú, y su ex presidente y mayor accionista Donald Rumsfeld) que algo parecido a una crisis de salud pública – a menos que vivamos al lado de pollos infectados o nos inyecten una vacuna no experimentada. Hay muchas más probabilidades de que nos maten otras bacterias o amenazas víricas que la aviar y que no llaman la atención. No hay que preocuparse por las posibles o improbables amenazas. Hay que preocuparse por las reales: bacterias y virus, para los que no existe tratamiento con antibióticos, son buenos ejemplos. Así hay un calentamiento global y muchas otras cosas. Pero hay posiblemente una amenaza que supera a todas las demás por su gravedad y porque sed ha ocultado deliberadamente al público – nunca se ha discutido, explicado o se ha tomado alguna medida para remediarlo. Es la amenaza global de los efectos tóxicos del uranio empobrecido y la amenaza global del uranio empobrecido tiene el potencial de destruir toda la vida del planeta. ¿Cómo algo tan potencialmente destructivo puede ocultarse, ignorarse y por qué?
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Estoy en deuda con Leuren Moret por los datos aportados a lo largo de este artículo y los que aparecen más abajo. Leuren es una científica independiente y experta reconocido internacionalmente en temas de radiación, uranio empobrecido y salud pública. Ha realizado investigaciones exhaustivas sobre los efectos de la radiación atmosférica de bajo nivel en el medioambiente y en la salud pública, investigando las lluvias radioactivas, las centrales nucleares y la radiación de las armas de uranio empobrecido en 42 países; ha escrito detallados informes y artículos sobre sus importantes descubrimientos, atestiguando los efectos dañinos de la contaminación por uranio empobrecido y es una abierta opositora al uso del uranio empobrecido. En un artículo de julio de 2004 escribió: "La utilización de armamento con uranio empobrecido por parte de EE.UU. desafiando todos los tratados internacionales, aniquilará lentamente todas las especies de la tierra, incluida la humana y, sin embargo, este país continúa utilizándolas con pleno conocimiento de su potencial destructivo".
El trabajo de Leuren ha revelado algunos hechos sorprendentes. Desde que el ejército estadounidense utilizó por primera vez armas con uranio empobrecido en la [Primera] Guerra del Golfo, en 1991, se ha liberado a la atmósfera la radioactividad atómica equivalente a 400.000 bombas nucleares de Nagasaki, (esta [cifra] no es una errata) lo que causa una contaminación permanente [radioactiva] de una vida media de 4,5 billones de años. Además, esa radiación de uranio empobrecido es diez veces el total liberado en la atmósfera en todas las pruebas [nucleares] que en total equivalen a 40.000 bombas como la de Hiroshima (de nuevo [la cifra] no es una error de imprenta). Las dos bombas atómicas utilizadas contra los japoneses mataron a 300.000 personas o más, [contabilizando] desde el inicio de la explosión hasta las muertes causadas por las subsiguientes radiaciones y contaminación química. Aún hoy, se sigue informando de muertes atribuidas a las bombas [nucleares]. Imagínense ahora la amenaza potencial que suponen para la vida de todo el planeta las armas de uranio empobrecido utilizadas desde 1991 y su uso continuado en Iraq y Afganistán –el equivalente a 400.000 bombardeos como el de Nagasaki, diariamente en aumento, al tiempo que el ejército estadounidense bombardea, con bombas de uranio empobrecido, entre 4 y 6 veces diarias objetivos sólo en Iraq .
Leuren llama al uranio empobrecido "el caballo de Troya" de la guerra nuclear [porque ] sigue emitiendo y sigue matando. No hay forma de eliminarlo y no hay forma de anularlo porque se desintegra en otros isótopos radiactivos... "Mientras se desintegra, sigue emitiendo más radiación. Cuando el uranio empobrecido se utilizó como arma en la guerra, como ha hecho EE.UU. cuatro veces (sigue haciéndolo en Iraq y Afganistán y pretende seguir haciéndolo), convirtió en real la máquina imaginaria Doomsday de Stanley Kubrick (en su película de 1964, Dr. Strangelove)". El uranio empobrecido podría ser el arma definitiva de aniquilación masiva. A menos que haya un público masivo en todo el mudo consciente de esta amenaza para exigir de forma inmediata el fin de su uso, sea cual sea la finalidad, nos quedamos con poco más que el mensaje del subtítulo de la película de Kubrick – deja de preocuparte y acepta la bomba- y seguramente prepárate para morir.
El daño mayor del uranio empobrecido proviene de los residuos radiactivos [que emite] tras su uso. Cuando un proyectil de uranio empobrecido alcanza un objetivo penetra profundamente y se convierte en un aerosol de fino spray que entonces contamina el aire y la tierra en los alrededores de la zona del objetivo. El residuo es permanente, y sus partículas microscópicas y submicroscópicas quedan suspendidas en el aire, o son barridas al aire desde el suelo contaminado y transportadas por el viento por toda la tierra como un componente radiactivo del polvo atmosférico. Ese polvo cae a la tierra de forma indiscriminada, por todas partes, causando contaminación radiactiva que afecta a cada ser viviente y que no se puede evitar. La contaminación causa virtualmente cada una de las enfermedades y afecciones conocidas, desde dolores de cabeza intensos, dolores musculares y astenia, hasta importantes malformaciones de nacimiento, infecciones, depresión, enfermedades cardiovasculares, muchos tipos de cáncer y tumores cerebrales. También provoca invalidez permanente y la muerte. En junio de 2003, la Organización Mundial de la Salud [OMS], sin hacer una referencia específica al uranio empobrecido, anunció en una rueda de prensa que las cifras globales de cáncer se incrementarán en un 50% en 2020. La OMS es normalmente conservadora en sus estimaciones. ¿Considerarían que las cosas van a peor?, y ¿están investigando en profundidad los efectos del uranio empobrecido en aquellas zonas de combate donde se han utilizado y todavía se utilizan esas armas?
Las personas (civiles y militares) en zonas–o cerca de- alcanzadas [por armas con uranio empobrecido] quedan, de forma inmediata, contaminadas por el uranio empobrecido, sobretodo si permanecen en el lugar durante mucho tiempo. Durante las seis semanas de la [Primera] Guerra del Golfo de 1991, solo 467 personas al servicio de EE.UU. fueron heridas y unos 150 resultaron muertos. De los 580.000 efectivos militares que participaron en esa guerra se sabe que, en el año 2000, 325.000 efectivos estaban en situación de baja médica por invalidez permanente. También se supo entonces que el número aumentaba cada año en 43.000 [efectivos]. De hecho, el incremento anual era incluso mayor y, en 2004, el Departamento de Asuntos de Veteranos informó que alrededor de 518.000 veteranos del Golfo eran bajas médicas permanentes. También se supo que alrededor de 500.000 veteranos eran sin techo. Además, se realizaron estudios sobre los veteranos cuyas esposas tuvieron niños sanos antes de la guerra. Se informó de que dos tercios de los niños nacidos tras la guerra padecían graves defectos de nacimiento, tales como ausencia de masa encefálica [anencefalia], ojos, piernas y brazos, así como enfermedades de la sangre.
Ya hay tempranos, aunque escasos, informes sobre los problemas de salud causados por el uranio empobrecido en el conflicto actual en Iraq (y probablemente en Afganistán) y, al igual que se ha citado antes, sobre la media de suicidios de los que aún están en servicio militar activo, de los veteranos y de la violencia familiar. Como los despliegues [de tropas] en el actual conflicto son mucho más largos que en la breve [primera] Guerra del Golfo y la mayoría de los que han servido vuelven una segunda, e incluso una tercera vez de servicio, es fácil imaginar un literal holocausto que, finalmente, aniquilará a todo el ejército y al personal que ha servido o está sirviendo ahora en Iraq y en la región, y probablemente tenga un efecto similar entre las esposas y maridos de los veteranos y su descendencia tras el servicio en el ejército. Conviene subrayar una vez más [que] el gobierno estadounidense anterior a 1991 tenía un conocimiento absoluto sobre los devastadores efectos que el uranio empobrecido causaría [pero] se siguió usando, aún se sigue utilizando, y todavía se utilizará. ¿Supera la realidad? Si alguien escribiera esto como un trabajo de ficción o de ciencia ficción, nadie lo creería y probablemente nadie lo publicaría.
El uranio empobrecido utilizado como arma: un acto deliberado de genocidio
Desde su utilización, ya en cuatro guerras, el uso de armas de uranio empobrecido es un acto de locura así como posiblemente el mayor crimen contra la humanidad (y contra todas las demás especies vivas) y un crimen de guerra. Los responsables, incluidos tres presidentes, van desde altos cargos del gobierno y del Alto Mando del Pentágono hasta muchos generales y almirantes. Esas personas son criminales. Son culpables de asesinatos masivos que se siguen perpetrando. Todos ellos deben responder por sus crímenes con denuncias y juicios, tanto en los tribunales nacionales como en la Corte Penal Internacional en La Haya que se estableció en 2002 para juzgar a individuos acusados de crímenes de guerra, de crímenes contra la humanidad y de genocidio. Esas personas, o al menos la mayoría de ellas, son culpables de esos tres crímenes y deben pagar, sin piedad, el precio más alto. Sus condenas deben servir, de una vez por todas, como recordatorio para todos los futuros dirigentes de que este tipo de comportamiento temerario nunca jamás volverá a tolerarse............ articulo completo aqui http://www.rebelion.org/noticia.php?id=27646
Perdonen por poner este tema aki pero esto, si es verdad,me parece demasiado fuerte y se deberia difundir masivamente...ke la gente sepa en ke manos se encuentra el mundo.