Treinta puntos en juego y cada uno de ellos será definitivo. Restan diez jornadas en la Segunda División y los candidatos al ascenso afilan sus cuchillos, sacan a relucir calculadoras y plantean sus objetivos de forma realista. O soñadora. La media aritmética es un indicador importante para sacar cuentas, aunque el devenir de la competición podría hacer variar estos números con el transcurso de las jornadas. Tanto en términos alcistas como bajistas.
A estas alturas, esto es lo que dice la estadística en proporción a las tres últimas temporadas: la exigencia va a ser máxima en las diez jornadas que faltan para concluir el curso. Las opciones de ascenso directo del conjunto dirigido por Sergio Lobera pasan por hacer un último tramo impecable. Los amarillos necesitarían llegar a 73,48 puntos —actualmente dispone en su casillero de 51 [vea la clasificación]—, lo que por redondeo al alza supondría conseguir 23 puntos de los 30 que restan. Esto dirime que para lograr el ascenso a Primera División serían suficientes siete victorias y empatar en dos encuentros. Es decir, prácticamente la perfección.
La promoción de ascenso, por su parte, estaría fijada en 68,59 puntos. La Unión Deportiva requeriría 18 puntos de los 30 restantes para entrar en play-off según la media aritmética calculada en la jornada 32ª.
