Clase maestra de oficio ante la inferioridad numérica

CONTRACRÓNICA | Trabajo, inteligencia táctica e intensidad. Con esos mimbres logró la Unión Deportiva Las Palmas sobreponerse a la expulsión de Culio que le dejaba con inferioridad numérica a falta de media hora para la conclusión de un encuentro en el que los amarillos sólo tenían un gol de ventaja. Paco Herrera ideó un entramado defensivo durante los minutos finales que permitió a Las Palmas defender el resultado no sufrir demasiado a pesar de tener un jugador menos sobre el verde.

Javi Castellano, pundonor en el centro / Toño Suárez (udlaspalmas.net)
Javi Castellano, pundonor en el centro / Toño Suárez (udlaspalmas.net)

Una expulsión es una de esas situaciones que otros años habrían provocado un giro fácil de guion del partido en la Unión Deportiva. Sin embargo, esta vez el conjunto canario supo lidiar con maestría la desventaja de hombres sobre el césped y sacó rendimiento del tanto inicial que previamente había anotado el mismo futbolistas que se convertía en villano al ser excluido del choque por doble amonestación.

Todos cambiaron sus posiciones en el esquema y se adaptaron a lo que el colectivo necesitaba en ese instante. Araujo abandonó su puesto en la delantera y se situó en el carril zurdo cubriendo la ausencia de Culio mientras que Vicente retrasaba su área de influencia para colocarse junto a Javi Castellano y Hernán en un perfil más trabajador.

Con este dispositivo Las Palmas supo aguantar las acometidas voraces de un Numancia que se volcó al ataque y mantuvo el resultado hasta que Paco Herrera decidió mover las piezas de su banquillo. Primero entró Guzmán por Nauzet Alemán para refrescar el ataque aprovechando la velocidad del pacense y poco después fue Christian quien ingresaba al terreno de juego para situarse como lateral izquierdo y modificar toda la telaraña defensiva: Ángel se fue hacia el costado derecho y Simón actuó como segundo lateral algo más adelantado. El movimiento de jugadores se acentuó aún más cuando Marcelo Silva sustituyó a Sergio Araujo para combatir el juego aéreo de Brian Rodríguez y desplazar a Aythami Artiles unos metros hacia delante en los últimos minutos.

Así fue como el entrenador diseñó la defensa del triunfo desde su área técnica pero ésta no podía haberse producido de no ser por el trabajo y la intensidad mostrada por los futbolistas en el campo. Todos asumieron su papel con oficio y se enfundaron el traje de obreros para colaborar. Si algún jugador personificó ese esfuerzo y entrega colectiva fue Hernán Santana. El centrocampista de Zárate se vació durante los noventa minutos en un ejercicio de presión, sacrificio y lucha constante. El premio a ese gran trabajo llegó en el descuento con ese gol que tanto se le había resistido en las primeras jornadas en las que ya estuvo cerca de anotar.

De este modo, la Unión Deportiva Las Palmas suma tres puntos de vital importancia para reengancharse a los puestos de cabeza después de haber encadenado una serie de partidos sin lograr la victoria en Liga.  Además, suma otro partido sin encajar un gol y engorda los números casi inmaculados como local del bloque de Paco Herrera. Unas cifras que sólo se entienden en base al trabajo, trabajo y más trabajo.

 











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