Un cambio táctico que neutralizó el desastre arbitral

Imagen del encuentro de la primera vuelta

CONTRACRÓNICA | Un botín de oro encontró la Unión Deportiva en El Toralín con el tanto del empate de Nauzet Alemán a falta de diez minutos para que concluyese el encuentro. El conjunto canario sufrió una mala actuación arbitral que le condicionó en varias jugadas cruciales para el desarrollo del encuentro pero la maestría de Herrera desde el banquillo y dos acciones majestuosas de los atacantes amarillos permitieron la igualada para arrancar un empate que sabe a triunfo.

Se estaba atascado el equipo insular en sus continuos intentos de aproximarse a la meta de Dinu Moldovan. Con inferioridad en el marcador después del gol que había anotado Andy en el primer tiempo, la UD no era capaz de generar ocasiones de peligro y Paco Herrera decidió mover piezas: dio entrada a Momo en el terreno de juego para jugar por dentro junto a Guzmán y desplazó a Sergio Araujo al costado izquierdo para que jugase como extremo.

Liberado de los centrales y con mayores espacios para desarrollar su fútbol, el delantero argentino no desaprovechó la primera que tuvo en estas circunstancias. Recibió, miró hacia la portería e aquello que tantas veces hemos visto esta temporada y que ya resulta habitual cuando realmente es algo extraordinario. Latigazo con rosca al segundo palo que implicaba el empate a uno en el tanteador.

Con ese movimiento de futbolistas el entrenador catalán consiguió que los defensas del equipo de El Bierzo no tuvieran una referencia a la que defender y así llegaron los mejores minutos de Las Palmas en ataque. Todo iba de maravilla hasta que el colegiado decidió regalar un córner a la Ponferradina que, a la postre, convirtió Acorán en gol. Las protestas de los jugadores canarios eran estériles ante la amenaza de la amonestación del juez de la contienda y la impotencia sufrida se reflejaba en los rostros de los futbolistas. Una sensación que se acrecentó cuando David Simón cayó en el área rival y el colegiado decidió amonestar al carrilero diestro al entender que simulaba su caída.

No obstante, otra vez más, una maravillosa acción de los pupilos de Herrera valió para rescatar un punto. Ángel se inventó un pase cruzado a la espalda de la defensa desde campo propio y Nauzet Alemán redondeó la jugada con un empalme precioso a la pelota. El empate hacía justicia a la superioridad que había mostrado el equipo en la segunda parte, en la que fue muy superior a su contrincante.

De este modo la Unión Deportiva Las Palmas obtuvo un valioso botín en la fortaleza en la que nadie había puntuado. El premio pudo ser mayor cuando la escuadra gracanaria se encontró en superioridad numérica en los minutos finales pero faltó tiempo y acierto.











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