Imágenes eternas

OPINIÓN | Aprovechando que udlaspalmas.net renueva su imagen, me gustaría hablar concretamente de dos imágenes relacionadas con la historia de la UD Las Palmas y que en gran parte se escapan a mi época. Empiezo por el principio.

Hace unos días veíamos por Twitter la imagen de una de las fachadas del Estadio Insular casi derruida. Una imagen que duele al alma. Por desgracia disfruté poco tiempo de aquella bombonera a la que mi hermana me llevó por primera vez en la temporada 97/98 para ver al Turu Flores y compañía ganarle 2-1 al Extremadura de Rafa Benítez. Después de aquel partido que aún guardo en mi memoria como si fuera ayer, vinieron esporádicamente (era un crío) partidos de la Copa del Rey, partidos de Segunda División y también, aunque por poco tiempo, encuentros de Primera. Pues bien, en aquel primer partido me enamoré locamente del Insular —como todo el mundo que llegó a pisarlo alguna vez—. Nada más llegar a aquella grada Naciente —con mis bolsas llenas de recortes de periódicos para lanzarlos al aire cuando alguno de los nuestros marcara un gol— noté que aquel lugar era especial. Me encantaba gritar los goles imaginarios de Juanito ‘El goleador’, hacer la ola cuando el videomarcador nos animaba a hacerlo, pero sobre todo me encantaba el color de aquel estadio; amarillo y azul. Es que no se veía otra cosa que no fuera amarillo y azul. El Insular era nuestra seña de identidad hasta que un día decidieron cometer con él un error histórico.
Ya saben que lo que un día fue uno de nuestros rincones favoritos de la ciudad será un futuro parque. No hay vuelta atrás. Ya está todo en marcha. Después de muchas noches soñando con un utópico regreso a nuestro estadio, llegó el momento de decirle adiós. Llegó el momento de recordar cada día lo que el Estadio Insular nos hizo vivir. Ya eres leyenda, amigo.

Y la otra imagen histórica que quería comentar, y esta sí que se escapa completamente a mi época, es la de Carnevali, Fernández, Wolff, Morete y Brindisi reunidos de nuevo bajo el calor de la elástica amarilla que vistieron con honor durante la década de los setenta, precisamente en el Estadio Insular.
Siento muchísima envidia al no haber podido vivir aquella etapa donde dicen que en la UD Las Palmas jugaba un futbolista (Brindisi) que en Boca Juniors fue casi más importante que Diego Armando Maradona ¡Qué lujo aquellos que pudieron vivirlo! Además, coincidiendo con una de las etapas más gloriosas de este club.

Los argentinos se han vuelto a reunir en la Isla para recibir mañana la insignia de oro y brillantes del club, en un gran gesto de la UD Las Palmas y que a muchos nos permite conocer un poquito más de cerca la historia de nuestro equipo.

Dos imágenes; un adiós y un reencuentro. Eternas las dos.

Jorge Cruz, periodista











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