PERFIL | Antolín Alcaraz es el defensa elegido por la secretaría técnica del club grancanario para apuntalar una retaguardia que precisa de mayores efectivos en la máxima categoría. Veteranía, salida de balón y poderoso juego aéreo destacan como sus principales virtudes.
El central paraguayo cuenta con más de 80 partidos disputados en el fútbol británico, siendo además uno de los hombres de confianza de Roberto Martínez, ex técnico del Wigan y actual entrenador del Everton. Tal era la fijación del técnico por este defensor, que tras marcharse al Everton en 2013, decidió llevarse consigo a Alcaraz.
Cuenta con el juego aéreo como mayor cualidad. Buen defensor en balones largos frontales, anticipando por arriba al rival en gran parte de las ocasiones sabiendo ganar la posición de forma limpia.
Las lesiones no acompañaría en su última temporada. Pese a llegar como teórico titular al club de la ciudad de Liverpool, Antolín pronto empezaría a no poder saltar al terreno de juego con regularidad a causa de las lesiones, que minaron su rendimiento de forma progresiva, hasta acabar convirtiendo a Alcaraz en un jugador de rotación.
A lo largo de su carrera, Antolín Alcaraz ha logrado destacar gracias a su limpia salida del balón, algo que se adapta a la perfección a un club que busque un manejo preciso y depurado del esférico, sin rifar la pelota en caso de dudas. A destacar queda también su capacidad de recuperar la pelota, mostrándose siempre preparado para el encontronazo y con un físico que le permite ganar duelos individuales.
Su carácter, principal defecto
Por el contrario, el defensor sudamericano tendrá que poner remedio a sus problemas con los balones a la espalda. La falta de velocidad a sus 33 años no parece un grave problema teniendo en cuenta sus virtudes, pero tendrá que saber compaginarse con sus compañeros para evitar sustos.
Tema a tratar será el disciplinario. En más de una ocasión, Alcaraz ha provocado salidas de tono dentro del campo así como entradas a destiempo que han llevado a sus equipos a jugar con un hombre menos.
Texto de Daniel Martín para udlaspalmas.net
