Con la derrota ante el Deportivo se prolonga la tendencia amarilla esta temporada como local: se le atragantan todos los rivales directos que recibe, de los que sólo ha logrado sacar un punto.
Levante, Rayo Vallecano, Eibar y Deportivo de La Coruña. Cuatro equipos que a priori antes de empezar la temporada partían con un objetivo en común con Las Palmas: lograr la permanencia en Primera División. Tras visitar esos cuatro equipos la isla de Gran Canaria, han logrado sacar 10 puntos entre todos del recinto amarillo, una sangría.
Históricamente, y más para equipos que luchan por la permanencia y que luchan al máximo cada punto que consiguen, los conjuntos acaban cimentando su salvación haciéndose fuertes en casa, a poder ser contra rivales directos. Situación que todavía le cuesta amarrar a la UD, que salvo el empate ante el Levante, ha salido derrotado ante el resto de rivales directos a los que se enfrentó, logrando sus victorias contra equipos de mayor presupuesto que luchan por objetivos mayores.
Ante el conjunto gallego el césped no sirvió como atenuante. Víctor Sánchez Del Amo estudió minuciosamente las fortalezas y debilidades amarillas y las explotó a la perfección durante el partido, logrando tres puntos que le permiten soñar con puestos europeos tras alejarse hasta 11 puntos del descenso. Un punto menos tiene un Eibar que también parece haber hecho los deberes desde el principio y ya saca 10 puntos a la UD, demasiados para haberse disputado sólo 13 jornadas.
Antes de finalizar 2015 Las Palmas tendrá que recibir a Real Betis y Granada, visitando a Sporting de Gijón y Espanyol. Tres rivales directos de los que dos visitan un Estadio de Gran Canaria que debe ser un fortín cuanto antes. De ello dependen muchas opciones de permanencia del conjunto entrenado por Quique Setién.
