La victoria ante el Betis dejó algo más que los tres puntos en casa. Las sensaciones en defensa fueron diferentes y más que positivas con respecto a las semanas anteriores. Hernán tuvo gran parte de culpa. es el chico para todo.
Se daba la situación que nadie deseaba para la UD Las Palmas: una defensa sin efectivos y con unos problemas tácticos importantes, especialmente en esa línea. Sin futbolistas en condiciones para cubrir la zaga amarilla, Setién dio la alternativa a Hernán Santana. El canterano fue el elegido para defender junto a Garrido la portería canaria por delante de Varas. En Gijón ya se atisbó como afrontaría el técnico cántabro el partido ante los andaluces.
Hernán reúne las cualidades que Quique Setién busca en un zaguero. Es un jugador que sabe leer muy bien los partidos y las situaciones del mismo. Su posición en el medio del campo le exige robar anticipándose a las jugadas. Su salida de balón, sin ser la de un mediocentro puramente creativo, es muy buena para la posición de defensa central. Posee un buen físico, con buena zancada y habilidad para el corte. Y demostró ante el Betis que puede ser no un parche, una solución real para el centro de la zaga.
Su partido fue más que correcto y así lo reconoció su entrenador al final del partido. «Hernán ha leído perfectamente el juego y las acciones. Muy bien», dijo el míster santanderino. Alabó el trabajo de Garrido y Hernán aludiendo a los escasos tiros que hicieron los delanteros verdiblancos. Tan solo cedieron un par remates de cabeza a dos delanteros con mucha dinamita como Rubén Castro y Jorge Molina.
Era una apuesta arriesgada pero Hernán Santana supo estar a la altura de las circunstancias. Robó tres balones y no cometió ni una falta en todo el partido. Además, acertó en casi todos sus pases con un 90% de efectividad. Algo muy a tener en cuenta siendo un conjunto que arriesga a la hora de tocar el balón en zonas peligrosas. Su posición está en el círculo central pero está claro que es capaz de sacar al equipo de un apuro. Hay central.
