Un nuevo error arbitral priva a la Unión Deportiva Las Palmas de puntuar en otro campo complicado como en Sevilla. Bakambu agarró claramente a Montoro antes de su gol en el minuto 92. Jaime Latre se lavó las manos.
Cuando afrontas un partido en un escenario como El Madrigal prevés que necesitarás realizar muchas cosas bien, que el Villarreal no tenga un día inspirado y que no sucedan cosas extrañas. En ese último parámetro intangible entran, entre otros factores, las decisiones arbitrales, de las que dicen que unas veces perjudican y otras benefician. Este domingo a la UD le volvió a salir cruz. Y ya van varias este curso.
Los amarillos hicieron su trabajo lo mejor posible ante un Villarreal con un nivel superlativo, capaz de competir con facilidad en la competición regular y en Europa League. Tras una gran primera mitad de los grancanarios, los de Escribá exigieron más a la Unión Deportiva en la segunda. Lo contrario, en un estadio donde los grandes sufren, hubiera sido lo noticioso.
De nada sirvió todo el empeño y trabajo de la semana, a fin de cuentas. Unas horas de entrenamiento y de ilusión que se van al limbo, de nuevo por la divinidad del árbitro de turno, acostumbrado en líneas generales a fallar más a favor de los grandes. ¿Cuándo han metido a un árbitro en la nevera por fallar en contra de un equipo pequeño? Ni tiene minutos en la televisión, ni relevancia mediática alguna que pueda provocar cierta inquietud.
Los amarillos no merecieron perder este domingo en El Madrigal, pero en el minuto 92 el colegiado Jaime Latre decidió el marcador. Bakambu agarró claramente a Montoro, para deshacerse de su marca y hacer el 2-1 definitivo. El árbitro lo tenía delante. Prefirió no pitar nada. Como ya ocurrió en el Sánchez-Pizjuán, en esa ocasión con Martínez Munuera.
No fue la única decisión dudosa del colegiado aragonés. Roque Mesa, en el minuto 63, provocó un penalti dudoso que tampoco dudó en señalar Latre. Un penalti que metió a los de Fran Escribá en el partido, tras una renta visitante que llegó sin ayudas arbitrales, únicamente por talento. Kevin-Prince Boateng adelantó a los grancanarios en el minuto 30 con un golazo tras un pase genial de tacón de Tana [vea el vídeo]. Pero a la UD, que tan buen fútbol practica y eleva la vistosidad de LaLiga, parece que no le dejan crecer. Así de cruda es la realidad de los modestos.
De menos a más
En la primera mitad, los grancanarios –vistieron con pantalón azul y camiseta color coral, por petición del Comité Técnico de Árbitros– fueron ganando peso con el paso de los minutos. El Villarreal salió más intenso, pero el representativo le fue tomando la temperatura al choque poco a poco.
Viera, Roque, Tana y Vicente Gómez –muy buen partido del de Schamann dando equilibrio y seguridad en las transiciones–, empezaron a combinar, con pausa, con certeza. Y aparecieron poco a poco los espacios ante un ordenado Villarreal. Los de Escribá pudieron adelantarse en el minuto 8, pero existió falta de Bakambu tras un malentendido entre Raúl y sus compañeros en el primer pase. Hubiera sido una pifia. El guardameta grancanario, en su partido 50º con la camiseta amarilla, demostró personalidad y creció con el paso de los minutos.
Fue un susto para los grancanarios, que variaron entre el contragolpe cuando encontraban espacios y la creación de jugadas desde la posesión. Jonathan Viera avisó en el minuto 23, con un disparo ajustado que obligó a intervenir a Asenjo, uno de los mejores de su equipo.
La UD se gustaba, pero le faltaba precisión en el último tercio del campo. Hasta que apareció el de siempre para frotar la lámpara. Viera se frenó, vio el desmarque interior de Tana, éste la puso de tacón desde el aire y entrando como un obús desde atrás, Kevin-Prince Boateng, de tijereta, pondría el balón al palo, lejos de Asenjo (min. 30). Los de Setién aguantaron con solvencia hasta llegar al descanso.
Un Villarreal distinto
Los locales, invictos en LaLiga, salieron con dos velocidades más en la segunda mitad. Siendo más intensos, tratando de robar más arriba y rápido, imposibilitando a la UD tener el esférico con tanta facilidad.
Todo se le puso de cara en una jugada maldita para la UD. Míchel Macedo, fuera de combate tras ser golpeado por un compañero en la cara –fue trasladado al hospital por precaución–, había dejado a los de Setién momentáneamente con diez. El Villarreal aprovechó la coyuntura para poner un balón colgado a ese lado. Roque agarra supuestamente a Sansone, que sí evidencia ganas de tirarse. Jaime Latre picó. Penaltito y empate (min. 64).
El potencial de los castellonenses se notó en el último tercio del partido, ante una Unión Deportiva que le costaba mantener en su poder el esférico y encontrar cierta frescura en ataque. Araujo, desasistido, veía todo muy lejos, con cierta soledad. Entraron Lemos y Tyronne –volvió a demostrar poco–, cuando hacía falta velocidad. Setién se quejó amargamente en rueda de prensa de no tener a ese futbolista en el banquillo ni en la plantilla.
Con el partido abierto, el Villarreal se llevó el premio mayor cuando los justo hubiera sido el empate. Jaime Latre no pitó una clara falta de Bakambu sobre Montoro. El congoleño se aprovechó del espacio para batir por un lado a Raúl (2-1). Otra decisión arbitral que aleja a la UD de los puestos de privilegio. Los amarillos esperan, libreta en mano, que los árbitros empiecen de una vez a fallar a su favor. Sería hasta bueno para esta competición ‘tan competida’ donde los grandes siempre se llevan el beneficio de la duda. A los modestos, como la UD, ni agua.
Villarreal Club de Fútbol 2-1 Unión Deportiva Las Palmas
Villarreal Club de Fútbol: Asenjo; Mario, Musacchio, Víctor Ruiz, J. Costa; Bruno, Trigueros (Rodrigo, min. 89), Soriano, Dos Santos (Samu Castillejo, min. 68); Sansone (Sansone, min. 80) y Bakambú. Entrenador: Fran Escribá.
Unión Deportiva Las Palmas: Raúl; Míchel Macedo (Lemos, min. 63), David García, Bigas, Dani Castellano; Vicente, Roque (Montoro, min. 89), Jonathan Viera, Tana, Prince (Tyronne, min. 80); y Araujo. Entrenador: Quique Setién.
Goles: 0-1, Prince, min. 30; 1-1, Sansone (p), min. 64; 2-1, Bakambu, min. 92.
Árbitro: Jaime Latre, colegio aragonés. Amonestó a los locales Bakambu y Roberto Soriano; y a los visitantes Tana, David García, Prince, Tyronne y Roque.
Incidencias: 9ª jornada de LaLiga Santander, Estadio El Madrigal.
