El presidente amarillo describe cómo fue la comida oficial de directivas, lamenta irse de Sevilla sin ningún punto y valora el papel de Vitolo Machín en su regreso al Sánchez-Pizjuán.
No pudo ser. La UD Las Palmas trató de llevarse un punto en el campo del Sevilla, pero un tanto de Navas en un centrochut evitó que el equipo amarillo se marchase con un valioso punto a Gran Canaria.
En el palco el club amarillo estuvo representado por Patricio Viñayo, director general de la entidad, y Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD Las Palmas. «Me dijeron de todo, pero yo estaba a lo mío», indicó el presidente, cuestionado en UdRadio sobre los insultos recibidos por aficionados sevillistas en el palco.
Ramírez destacó la cordialidad entre las dos directivas en la comida oficial, una comida que duró cerca de tres horas, en las que las partes hablaron con detalle del ‘caso Vitolo’.
Preguntado por la actuación del futbolista grancanario, indicó que «en el fondo es un profesional pero también es persona, por mucho que quiera sobreponerse a la situación es bastante incómodo que la que fue su casa te trate así. Luego no ha tenido fortuna, físicamente no ha estado en su mejor nivel, ha tenido oportunidades y no ha podido materializarlas».
«Hemos venido, hemos cumplido y hemos dado la cara todos. La lástima fue no llevarse algo a casa. Pero con la cabeza bien alta, defendiendo a nuestra entidad, nuestros colores y a nuestros aficionados», concluyó Ramírez.
