El encuentro disputado ante los gallegos pasará a la historia por el resultado y por la poca afluencia de público. El recinto de Siete Palmas no estaba tan vacío desde el 1 de marzo de 2016 cuando la UD recibió al Getafe.
Lunes para olvidar. La UD Las Palmas perdió. Pero su derrota no fue sólo sobre el césped, sino también en la grada. En el encuentro que los amarillos disputaron ante el Celta, el Estadio de Gran Canaria batió su segunda peor marca de afluencia de público en un partido de Primera División al registrar una afluencia de 15.799 espectadores.
Esta cifra sólo es superada por un choque ante el Getafe en marzo de 2016 al que acudieron un total de 15.775 aficionados, quedándose cerca de las entradas registradas durante el curso pasado ante el Alavés en abril (16.007 espectadores) y ante el Betis en diciembre de 2015 (16.701) tal como informa Javier Marrero en su cuenta de Twitter.
Ciertamente, esta situación está marcada, sobre todo, por el horario y la fecha fijada para la disputa del choque, algo a lo que se puede añadir la dubitativa marcha deportiva del equipo. La UD no está cuajando un buen inicio de competición, ya ha cambiado de entrenar en apenas nueve jornadas y jugar en lunes no ayuda a que se llene los estadios.
Además, el Celta no es un rival que, históricamente, haya arrastrado demasiado público al Gran Canaria y sólo en una de sus tres visitas supero los 20.000 espectadores, concretamente, la del curso pasado que saldó con un empate a tres.
El próximo partido en casa será el lunes 30 ante el Deportivo a las 20:00 horas, una cuestión que complica que la cifra de espectadores vaya a subir respecto al ya mencionado del Celta. Aunque, eso sí, una victoria o un buen resultado amarillo ante el Villarreal podría conseguir que la tendencia cambie.
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