Las 7 debilidades que debe arreglar Pako Ayestarán

Foto: UD Las Palmas

Se cumple el primer cuarto de la presente temporada de liga y en la UD Las Palmas prácticamente sólo se han visto debilidades. Un equipo con muchísimos problemas que está en posición de descenso con todo demérito. Varios son los retos que tiene Ayestarán por delante si quiere sacar al equipo amarillo del pozo.

Muchos goles encajados, una plantilla que todavía no logra comportarse como equipo dentro del campo, mentalidad endeble que no logra levantarse de los golpes, rendimiento individual de piezas clave muy por debajo de lo esperado… Muchas son las debilidades que ha mostrado la UD Las Palmas en este primer cuarto de temporada que le ha llevado a ser uno de los tres peores equipos del campeonato.

Sin una idea concreta

La principal diferencia entre la actual UD Las Palmas, más allá de algunos rostros individuales, está en la idea de juego del equipo. Del reconocido modelo innegociable de Setién se ha pasado a la búsqueda de un equilibrio que todavía no llega y tiene al plantel sin saber todavía a qué juega. Márquez intentó dotar al equipo de estabilidad defensiva pero perdía fuerza en ataque; mientras que Ayestarán trata de recuperar el protagonismo con el balón, pero todavía sin dar al juego un estilo reconocible y eficaz.

Muchas individualidades, poco equipo

Si se mira la plantilla de la UD Las Palmas, parece difícil entender por qué un equipo con tan buenos futbolistas no es capaz de tener un mejor rendimiento. Más allá de ideas de juego y lesiones, al equipo amarillo le está faltando precisamente eso: jugar como equipo.

Esta temporada está siendo muy habitual ver jugadores hacer la guerra por su cuenta más que buscar soluciones colectivas en ataque, mientras que en defensa se sigue viendo en muchas ocasiones a un equipo partido donde no todos defienden al unísono. Siempre llegan más lejos los grandes equipos que las grandes plantillas.

Además, el hecho de que se produjeran en las dos últimas semanas de agosto dos salidas y cuatro llegadas tampoco ayuda. Oussama Tannane ya ha manifestado que le está siendo difícil su adaptación al vestuario por la diferencia del idioma, algo que se está evidenciando en el césped al no entenderse con sus compañeros. Algún síntoma parecido se ve en Loïc Rémy, quien especialmente ante el Villarreal se mostró individualista. Son sólo dos ejemplos que demuestran que esta temporada hacer grupo está llevando más tiempo.

Fragilidad mental

Salvo en Málaga, los partidos de la UD están durando hasta que reciben el primer golpe. Da igual si es en los primeros cinco minutos, tras el descanso o en el momento que sea. Esta UD Las Palmas cae a la lona al primer golpe recibido. Pasó ante Villarreal, Celta, Barcelona, Atlético o Leganés. Los propios futbolistas lo reconocen: el equipo no está siendo capaz de levantarse de los golpes recibidos, demostrando una fragilidad mental colectiva alarmante.

Debilidad defensiva

Fue la principal obsesión de Manolo Márquez y aunque en parte logró que el equipo mejorase defensivamente, no fue lo suficiente como para encontrar un equilibrio que permitiera al equipo competir con garantías de dominar y ganar los partidos. Con Ayestarán, por su parte, la UD logra dominar por momentos pero desaparece del campo al recibir el primer gol y acaba encajando goleada tras goleada, mostrando una alarmante debilidad en defensa que le ha llevado a ser el equipo más goleado de las grandes ligas de Europa junto al Benevento italiano.

Bajo rendimiento de piezas clave

En este primer tramo de temporada prácticamente el único que está cumpliendo con las expectativas acordes al nivel que se le presupone es Jonathan Viera, incluso estando desaprovechado teniendo que alejarse mucho de la zona ofensiva para crear juego. Jonathan Calleri está haciendo lo que puede peleándose sin tregua en solitario con todos los defensas y Chichizola encadena algunos partidos más flojo aunque está siendo de lo más destacado. Rémy ha sido otra de las grandes noticias, aunque su continuidad se ha visto lastrada por sus problemas físicos.

En cambio, se espera todavía una buena versión de futbolistas que se presuponen importantes en la columna vertebral como Vitolo, Alberto Aquilani, Oussama Tannane, Tana, Pedro Bigas, Mauricio Lemos o los laterales, quienes destacaban por su gran proyección ofensiva y esta temporada, salvo dos asistencias de Dani Castellano a Rémy, sus subidas al ataque están siendo residuales y poco productivas. Otro de los que se espera que sea clave es Sergi Samper, pero la inoportuna lesión antes de debutar le convierte en una incógnita de cara a su aportación al equipo y cuándo podrá estar a su mejor nivel.

Ataques muy previsibles

Jonathan Calleri está siendo prácticamente una isla en la zona ofensiva, peleándose constantemente en solitario ante las defensas rivales. Jonathan Viera, quien está llamado a ser quien surta de balones a la delantera, está jugando demasiado alejado de la zona en la que es más efectivo y hace que tenga que recorrer demasiada distancia para llegar donde es realmente peligroso, perdiendo efectividad y frescura.

Tampoco están siendo especialmente peligrosos los jugadores de banda en la UD. Ni Tana, ni Oussama, ni Momo ni Vitolo. Sólo Rémy en sus contadas apariciones y Halilovic antes de su lesión crearon peligro real por los costados.

Sin sustituto para Roque Mesa

La baja del teldense está resultando más traumática de lo esperado en el equipo amarillo. A la espera de la recuperación de Sergi Samper y ver lo que puede ofrecer en el mediocentro, Ayestarán sigue buscando el sustitudo ideal para un Roque Mesa que está provocando reacciones en cadena que están lastrando al equipo.

Márquez llegó a probar a Lemos, Fabio y Hernán, aunque acabó quedándose con un doble pivote formado por Aquilani y Javi Castellano que daba más estabilidad defensiva pero dejaba al equipo cojo en la salida de balón y con menos opciones en ataque. Ayestarán mantuvo en principio al italiano y le acompañó de Hernán Santana por delante. Tampoco tuvo efecto. En Villarreal hubo volantazo y partió con Vicente Gómez y Mauricio Lemos. El resultado: el mismo.

La ausencia de Roque Mesa está repercutiendo negativamente en toda la columna vertebral en la faceta ofensiva. Jonathan Viera está teniendo que retrasar mucho su posición, por lo que debe trabajar el doble y alejarse de los atacantes, siendo más fácil de maniatar. De esta forma, la ausencia del teldense se hace más notable ya que la UD no sólo ha perdido un mediocentro sino también está perdiendo a su mediapunta y estrella, inmerso en tareas que le hacen ser menos peligroso.

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