Juanito Guedes

‘Juanito’ Guedes


Juanito Guedes, con el traje oficial.Nombre: Juan Guedes Rodríguez

Demarcación: Mediocampista

Lugar de nacimiento: Carrizal de Ingenio (Gran Canaria)

Fecha de nacimiento: 2 de octubre de 1942

Fecha de fallecimiento: 9 de marzo de 1971

Trayectoria deportiva


guedes2Juan Guedes Rodríguez, Guedes ; nació en el Carrizal de Ingenio (Gran Canaria) el 2 de octubre de 1942, aunque desde muy pequeño se estableció con su familia en el barrio de Tamaraceite en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.

Se inició en el histórico equipo del Porteño como juvenil. Después de ser convocado para la Selección Juvenil de Las Palmas , donde tuvo destacadas actuaciones como extremo izquierdo, se incorpora al equipo juvenil de la U.D. Las Palmas , de donde con sólo 18 años salta al primer equipo en la temporada 60-61, haciéndole debutar en Ceuta el 23 de abril de 1961 el entonces entrenador, Casimiro Benavente, en su puesto habitual de medio izquierdo con el número 6. A partir de esa fecha es el titular indiscutible en esa demarcación.

Su primer gol con la U.D. Las Palmas lo obtuvo el 4 de marzo de 1962 en un célebre partido frente al Córdoba, donde un dudoso gol de los andaluces provocó un grandioso escándalo en el Estadio Insular. En la temporada 61-62 actuó en todos los partidos de Liga y Copa. Siguió siendo titular indiscutible y poco a poco se convierte en el auténtico líder del equipo por sus magistrales pases largos y su potente disparo con la zurda.

guedes3En la temporada 63-64, la U.D. Las Palmas retorna a la Primera División, realizando Guedes unas destacadas actuaciones que le reconocen como una de las figuras del fútbol nacional. Los grandes equipos se interesan en sus servicios, pero él firma en blanco con los colores del club de su tierra con el que conseguiría las más altas cotas del historial del balompié canario.

Su primer gol en la División de Honor lo consigue en el Estadio Insular frente al Oviedo el 1 de noviembre de 1964 en una memorable actuación. En esta temporada, realiza el servicio militar y se proclama Campeón del Mundo con la Selección Militar Española en partido contra Portugal, obteniendo el gol de la victoria frente al potente equipo lusitano, capitaneado por el legendario jugador del Benfica, Eusebio.

La línea media de la U.D. Las Palmas formada por Castellano y Guedes es una de las mas destacadas de la Liga Nacional y el equipo amarillo que formaban junto a Guedes los, Gilberto´s, Germán, Tonono, León, Martín, etc realiza un gran juego que hace llenar los estadios peninsulares.

guedes4El 2 de mayo de 1968 hace su debut con la Selección Española en Malmoe frente a Suecia. Este partido es histórico para el fútbol canario pues , además de Guedes, actuaron Tonono, Germán, Castellano y Santos, un tinerfeño jugador del Zaragoza y además estaban en el banquillo Betancort, como portero suplente, y Gilberto II. El resultado fue de 1-1, siendo Castellano el autor del gol español. Volvió a actuar con el equipo nacional el 26 de marzo de 1969 frente a Suiza en Valencia. No actuó más en esta temporada debido a una grave lesión sufrida en un partido frente al Elche en el Estadio Insular y posteriormente al ser sancionado por causarle una grave lesión a Planas, jugador del Zaragoza.

En la temporada 67-68 la U.D. Las Palmas , entrenada por Luis Molowny, obtiene el tercer puesto tras titánica lucha por el título con el Real Madrid y el F.C. Barcelona hasta la última jornada. A la temporada siguiente se clasifica, Subcampeón de Liga tras el Real Madrid. En todas estas temporadas Guedes es pieza fundamental en el equipo. Juega la Copa de Ferias (UEFA) con la U.D. Las Palmas frente al Hertha de Berlín. Sus últimas temporadas como futbolista fueron la 69-70, donde actuó en 24 partidos y marcó tres goles, uno de ellos el último de su carrera deportiva, el 1 de febrero de 1970 frente al Celta, y la 70-71.

guedes5Ya se le había diagnosticado una grave enfermedad por lo que en esta temporada sólo juega 11 partidos, siendo el último en Sarriá el 13 de Diciembre de 1970, frente al Español. El 9 de marzo de 1971 fallece en Las Palmas de Gran Canaria con tan sólo 28 años de edad, tras haber jugado con el equipo amarillo 252 partidos de Liga, marcando 28 goles; 29 de Copa obteniendo 3 goles; 2 de Copa de Ferias (UEFA) , además de diversos partidos internacionales con el equipo amarillo frente a rivales como el Anderlecht, Rapid de Viena, Milan, Chelsea, y otros.

La muerte de Juanito Guedes causó un profundo pesar en todo el pueblo canario y en la afición futbolística española, pues todos admiraban su gran clase. El partido de homenaje póstumo, frente al Partizan de Belgrado, fue una emotiva manifestación de cariño de todo el pueblo canario y del fútbol español.

Aquella esbelta figura, con su gran zancada, que en el momento preciso soltaba un pase de zurda que los habilidosos y rápidos extremos, León y Gilberto I, materializaban en espléndidos goles, será inolvidable para cualquier aficionado. Su nombre lo lleva hoy el Campo de Fútbol de Tamaraceite y su busto de bronce, durante mucho tiempo en el Estadio Insular, mantienen su figura en el imborrable recuerdo.

Información extraída de la web www.piopio.com


Opiniones prensa y anécdotas

guedes6Guedes: recuerdo emocionado

“Llegamos a Murcia sobre las once de la noche. Detrás quedaron los cientos de kilómetros que separaban Salamanca de la provincia pimentonera. No importaba…. veníamos a apoyar a nuestra Unión Deportiva en su lucha por el ascenso automático. Al día siguiente íbamos a dirigirnos a un pueblo de la provincia llamado Abarán, donde los amarillos se enfrentaban al once local con ánimos, al menos, de conseguir alguno de los puntos en litigio para consolidar la magnífica posición en la tabla clasificatoria, y proclamarse campeones virtuales de la segunda división nacional del fútbol. En Canarias, seguramente, todo el mundo estaría pendiente del resultado; sin embargo, lo que nadie podía suponer era que un numeroso grupo de estudiantes acababa de atravesar media península para estar junto a nuestro equipo en aquella jornada. El telegrama que, en contestación a nuestra solicitud de apoyo económico dirigido a la Junta Directiva, había sido recibido en apenas unas treinta horas hizo posible tan largo desplazamiento. El Secretario General nos esperaría en un determinado hotel de Murcia.

guedes7Cuando entramos en la capital de la provincia nadie transitaba por las calles. Veinte minutos de recorrido a través de la ciudad, bastaron para situarnos frente al hotel donde decían que estaban alojados los jugadores y acompañantes del equipo. Al momento nuestro potente riqui-raca rompió la tranquilidad que reinaba por los alrededores del establecimiento hotelero. Poco a poco, en las ventanas de aquel edificio comenzaron a aparecer varias personas que, medios asombrados, no parecían dar crédito a lo que estaban observando. El guardia de servicio de vigilancia nocturno no hizo el menor gesto de disconformidad con nuestra, y prefirió alejarse por una amplia avenida cercana. De entre todas las personas que oían nuestros primeros gritos de aliento, salió una voz: ¡Son los nuestros!, ¡son los nuestros!. Era la del espigado y buen medio izquierdo Juan Guedes. De una ventana a otra continuaron diciendo: ¡Son los estudiantes!, ¡son los estudiantes canarios!

guedes8A la mañana siguiente, horas antes de salir para Abarán, pudimos hablar con casi todos ellos. Tonono, con gesto de preocupación, temía que se fuera a perder y volviéramos defraudados después de recorrer tantos kilómetros. Aparicio, por el contrario, se pasó el tiempo animando al resto de sus compañeros. Dauder, los enviados de prensa y varios aficionados venidos expresamente desde Las Palmas, hacían un aparte. Un rato después, de entre aquella multitud congregada en el hall del hotel, salió Juanito Guedes. Al momento se dirigió hacia nosotros y, con su característica amabilidad, nos dijo: ¡Ya verán, ya verán como a los canarios no se nos escapa este partido!

guedes9Por la noche, cuando en Albacete festejábamos el tributo conseguido aquella tarde, el mismo Juanito Guedes se nos acercó y, mezclándose entre los cientos de estudiantes, cantó nuestro riqui-raca. Hoy, cuando hemos sabido la triste noticia de su fallecimiento, pensamos en aquellos días triunfales por tierras peninsulares. ¡Ya verán, ya verán como a los canarios no se nos escapa este partido!”

Fdo: Luis Dieppa
Revista Sansofé
Marzo 1971

De fútbol a leyenda

guedes10Apuntaba la mañana sus albores, pero el amanecer rezumaba tristeza. El azul de nuestro cielo, se ocultaba en negros crespones de nubes, y desde lo más alto de su nacimiento, el viejo Guiniguada se estremecía en su lecho. Mientras en la ciudad, en el campo, en la isla entera, una noticia triste pasaba a ocupar el primer plano de todos los comentarios, Juan Guedes, futbolista de profesión, había muerto.

Diez años iban a cumplirse, el próximo mes, desde que un muchacho, moreno y flacucho, se enfundó por primera vez la camiseta amarilla, con el número seis a la espalda, de la Unión Deportiva Las Palmas. Diez años no es un período excesivamente largo, y cuantos profesionales del balón lo cumplen con más o menos gloria. Sin embargo, la dimensión humana de Juan Guedes, estaba por encima de todo profesionalismo futbolístico. Enraizado con el pueblo, del que había salido, éste se sentía a él íntimamente ligado, hasta el punto de convertirse en un auténtico ídolo.

guedes11La sincera explosión de dolor, que su muerte ha producido, es el mejor refrendo de la estima y admiración, que su conducta, siempre ejemplar, había sabido granjearse. La escena desoladora de sus compañeros, rotos y abatidos, de aquella multitud silenciosa y acongojada por el llanto, es algo que desborda su condición de futbolista, y que aún, en estos instantes de tristeza, debe servir para reconfortarnos. El pueblo, la sencilla gente del pueblo, también necesita el ídolo sencillo, agradece más que cualquier otra cualidad, la bondad y la humildad, virtudes que adornaron a Juan Guedes, en toda la andadura, corta andadura, de su vida.

Y precisamente, porque hemos sido testigos del impresionante homenaje popular, que el pueblo, sencilla y espontáneamente le ha tributado, nos atrevemos a asegurar que la imagen de aquel Guedes, desgarbado, con el número seis a la espalda, permanecerá inalterable con el paso del tiempo. Quienes han tenido la suerte de verlo en acción como futbolista, ligado a tantas gloriosas efemérides de la Unión Deportiva, o le hayan tratado en su otra faceta de hombre de la calle, rememorarán sus gestas deportivas, o su trato afable, con frecuencia, y las generaciones venideras, recibirán una imagen idealizada, del jugador y el hombre, que ayudará aún más, a mantenerlo vivo en el recuerdo.

Juan Guedes Rodríguez, futbolista por profesión, y hombre bueno por condición, se nos ha ido del mundo de los vivos, para entrar en la leyenda por su puerta más grande, la de la adoración popular.

Fdo: Ricardo
Revista Sansofé
Marzo 1971

La opinión de sus compañeros

guedes12Tonono:
Juan Guedes no sólo jugaba sino que además le infundía al equipo su propia personalidad. Mandaba en todos, y en los momentos difíciles, se agigantaba imponiendo una serenidad que ahora se echa de menos. Vuelvo a repetir que su baja ha sido demasiado importante como para que no la acusemos.

León:
De entre todos los jugadores que he visto el mejor ha sido, sin duda, Juanito Guedes. Era un compañero maravilloso.

Luis Molowny:
Como jugador no lo voy a descubrir. Para mí y yo he conocido muchos a lo largo de mi carrera deportiva, entra en el capítulo de los excepcionales. Su personalidad, tanto dentro como fuera del terreno del campo, era sencillamente fabulosa. Hasta el punto que todos los jugadores depositaban su confianza en él. Nos dominaba a todos. Estoy profundamente conmovido.

Dr. Tomé:
Fue el mejor amigo que encontré en la Unión Deportiva. Supo soportar la enfermedad con la misma entereza con que se comportaba en el campo. Hasta sus últimos momentos nos mostró la extraordinaria calidad humana de su persona. En definitiva, era un hombre extraordinario.

Trona:
El mejor compañero que haya podido tener. Siempre me aconsejaba, animándome continuamente para que siguiese adelante. Siempre me decía que yo tenía un gran porvenir en el fútbol.