Caminos cruzados. Rayo Vallecano y Unión Deportiva Las Palmas han experimentado en las últimas temporadas confrontaciones que exponen el choque a una potencia inusual. Madrileños y grancanarios se han visto las caras con motivaciones encontradas, que han deparado gratos recuerdos para la parroquia amarilla –en la temporada del ascenso a Segunda División con el gol de penalti de Marcos Márquez (1-0)-, o agridulces a pesar de cumplirse el objetivo -los amarillos certificaron virtualmente la permanencia la pasada campaña al empatar ante los franjirrojos-.
Sin embargo, el próximo sábado en el Estadio Teresa Rivero de Vallecas (17:00, hora insular canaria) ambos lucharán por un objetivo común, lejos de la expectación motivada en el comienzo y confección de ambos conjuntos que deparaban vaticinios de luchas en las cotas altas de la tabla. El descenso comparte una equidistancia común para proyectos que, por nombres e inversión, no deberían estar en la ridícula tesitura de evitar el pozo de la Segunda B. La del sábado será una batalla de urgencias.
Los amarillos, a dos puntos de la zona caliente, se han relajado en las últimas jornadas y han convertido un camino apacible en tedioso. Las confabulaciones acerca de la posibilidad de destitución de Sergio Kresic si los grancanarios no consiguieran algo positivo en Madrid ya han comenzado a surgir.
Los madrileños, por su parte, ven el descenso a un solo punto, estando sin conocer la victoria en las últimas cinco jornadas. Felipe Miñambres, ex jugador del CD Tenerife y director deportivo del equipo presidido por Teresa Rivero, asumió el mando tras relegar a Pepe Mel del banquillo, tras una dolorosa derrota por 0-3 ante el Girona en su propio feudo. Las estadísticas con Miñambres, lejos de mejorar, han empeorado su nefasta dinámica: una victoria, dos empates y cuatro derrotas en siete encuentros. Bagaje que, tratándose de la Unión Deportiva Las Palmas y su capacidad para apaciguar las aguas del contrario –Albacete y Cartagena, últimos rivales de los de Kresic, también afrontaban su encuentro en horas bajas-, hay que tener en cuenta.
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