
No podía ser sin sufrir. La UD jugará la próxima campaña en la Liga Adelante. Tras una trayectoria decepcionante el equipo se tuvo que encomendar a la última jornada, a un Estadio abarrotado para amarrar la permanencia, objetivo menor de una campaña para el olvido. La afición así se pronunció. Respondió en el momento clave, cuando su aliento se nota más que nunca. No falló. Animó desde mucho antes del inicio y despidió al equipo con una sonora pitada, síntoma del descontento generalizado. Ahora toca aprender de los errores y hacer borrón y cuenta nueva.
Un gol tempranero de Rondón puso el partido cuesta abajo. El Nástic demostró que no se jugaba nada. Alineó a los menos habituales y varios canteranos y no presentó demasiada oposición. Apenas llevó peligro, si bien el corazón amarillo se paró en dos acciones, a la media hora y en el descuento, las dos únicas aproximaciones visitantes, pero Pindado acertó. En defensa, el equipo catalán sí que estuvo concentrado y no dio facilidades a los amarillos, que tras el tanto inicial no quiso arriesgar más de la cuenta.
Arrancó Las Palmas indecisa. Controló el balón en los primeros minutos con cierta comodidad, pero le costó dañar a una defensa muy poblada. La chispa la ponía un Guayre muy fresco en la banda izquierda. El canterano fue la gran novedad en el once en detrimento de Saúl y dio bastante profundidad al equipo. Biel Medina no le pudo frenar en ningún momento y de sus botas nació el primer gol. Se adentró en el área, Beranger le dobló y éste centró al primer palo, donde apareció Rondón para meter la puntera.
El tanto rebajó la tensión del ambiente. La de los aficionados y la de los jugadores, que se fueron relajando con el paso de los minutos si bien el Nástic tampoco ponía en aprietos a la zaga amarilla. Los catalanes iban adelantando líneas y a la media hora sí que estuvieron a punto de empatar, pero Pindado despejó el disparo cruzado de Álex Cruz, muy activo en la banda izquierda.
El susto provocó la reacción amarilla. Miguel García en un remate alto y Rondón en un disparo cruzado estuvieron muy cerca de hacer el segundo. El arreón local tuvo continuidad en la reanudación. Paco Jémez movió fichas en el descanso dando entrada a Francis Suárez y David González por Guayre y Jorge. Hombre por hombre. Los jugadores captaron el mensaje y Las Palmas volvió a bordear el gol en un cabezazo de Rondón que despejó Felip. Pero fue la última noticia amarilla en el área rival.
El Nástic no incordió y Las Palmas captó el mensaje, por lo que dedicó sus esfuerzos en tocar el balón. Se fueron consumiendo los minutos y comprimiendo los corazones de los aficionados, que aguantaron la respiración en un balón colgado al área que atajó Pindado a contrapié. Sufriendo hasta el último minuto tenía que llegar la salvación. Un partido que refleja la decepcionante campaña realizada. Un año en el que se prometió el cielo y casi se acaba en el infierno.
Ficha técnica
Unión Deportiva Las Palmas: Pindado, Pignol, Lamas, David García, Beranger, Miguel García, Jorge (David González, min. 46), Guayre (Francis, min. 46), Álvaro Cejudo (Saúl, min. 81), Javi Guerrero, Rondón. Entrenador: Paco Jémez.
Gimnástica de Tarragona: Felip, Mingo, Medina, Roberto, Mairata, Morán, David Bauzá, Álex Cruz (Vicente, min. 71), Pablo Barros, Walter, Vélez (Áleix Coch, min. 82). Entrenador: Luis César Sampedro.
Goles: 1-0, min. 17: Rondón.
Árbitro: Iglesias Villanueva (gallego). Tarjetas amarillas: Mingo (min. 34), Beranger (min. 65), Lamas (min. 75).
Incidencias: 29.132 espectadores acudieron al Estadio de Gran Canaria.