Mi primer derbi

Javier Hernández, con la Copa del Mundo

Solo he estado en un derbi en el Heliodoro. Como la vida profesional me ha afincado en Madrid, fue como forofo. Temporada 84-85. La U.D. afrontaba su segundo añito en el infierno tras 19 años en la gloria. El primero había sido un desastre, culminado con un sospechosísimo 0-2 en el Insular que salvó al Tenerife de Gilberto y compañía. Pero la segunda temporada, con el difunto Olsen al mando, fue casi un paseo. Yo tenía 16 años y, con la venia paterna, me junté con un amigo del “cole” y nos apuntamos a un viaje organizado: ida y vuelta en jet-foil, visita a una bodega en Tacoronte (verídico) y entrada.

El partido fue tenso, rácano y malo, como todos los derbis por muy de interés general que sean. Se adelantó el Tenerife con gol de Voro (en aquella época lo escribían con B) y empatamos con un golazo de Koke Contreras desde el borde del área. El ambiente estaba muy cargado, con esas gotas de rivalidad interinsular tan absurda pero tan inevitable… En ese tiempo, nosotros éramos el hermano rico y el Tenerife el pobre que llevaba más de 20 años sin saber lo que era jugar en Primera. Ahora, todo es distinto: los dos somos pobres. El Tenerife tiene una plantilla para subir pero está en la cola. No sé que les pasa, quizá un entrenador pelín idealista hecho para manejarse en escenarios selectos y no en los recios cabarets de Segunda.

Nosotros (me permito la primera persona porque me hicieron socio en 1969, con nueve meses, y sigo siendo titular de dos humildes acciones de la SAD) empezamos con toda la ilusión del mundo, con nuestro proyecto de chiquillos talentosos, pero poco a poco estamos volviendo a la cruel realidad. La Segunda (no me da la gana ponerle nombre de banco) es una categoría brutal, llena de futbolistas de vuelta de todo o frustrados por no haber triunfado entre los buenos.

Jonathan Viera y alguno más son fieles herederos de una estirpe inmortal (a mi primera camiseta le cosimos el 5 de Tonono), pero eso no basta. Ojalá que este año no descienda ningún equipo canario. Así, el año que viene tendremos dos derbis más. Y ojalá alguien serio apueste por la Unión Deportiva. Bastaría un poco de dinero bien invertido para hacerle recuperar lo que durante tantos años (toda mi infancia) tuvo. Ciudad (isla) hay, cantera también… yo me crié con Brindisi, Wolf, Morete o Carnevalli. En aquella época no había derbis. El Tenerife estaba debajo.

Por Javier Hernández, periodista deportivo de Antena 3 a nivel nacional











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