El verano de 2009 fue uno de los veranos más convulsos que se recuerdan en la entidad de Pío XII una vez que el 19 de julio, la Unión Deportiva Las Palmas hizo público, a través de un comunicado oficial, el deseo de abandonar Las Palmas por parte de Roberto Santamaría, que al día siguiente pasó la sala de prensa del Estadio de Gran Canaria para asegurar que su problema era «de índole personal».
A partir de ahí, se ganó la enemistad de gran parte de la parroquia amarilla y de muchos de sus compañeros, siendo cedido al Málaga en esa temporada, donde sólo jugó en Copa del Rey, y siendo traspasado al Girona en 2010, teniendo aún los amarillos sus derechos, algo que le cuesta 225.000€ al año al cancerbero navarro.
Por ello, no pasó desapercibido en los momentos previos a cada encuentro entre gerundenses y grancanarios, y tampoco sobre el terreno de jugó ya que cuajó dos grandes actuaciones, aunque cuestionado este jueves por el Diario de Girona si se había sacado una espinita, no vio motivo para ello: ¿Una espina? ¿Por qué motivo?, le contestó a Carles Rosell, periodista del ya citado diario.
- Santamaría sigue pagando más de doscientos mil euros a la UD. En la imagen, contra el Numancia el pasado sábado
«Tampoco me he sacado ninguna espina porque al final cada uno busca su camino, hacer lo que quiere que le gusta. Hicimos dos buenos partidos contra ellos, pero no por ello quedé más satisfecho que nadie. Además, ahora allí hay mucha gente que aprecio: Jugadores, personas del cuerpo técnico, el doctor …» aseguró en la entrevista.
Para acabar, el cancerbero navarro aseguró que antes de llegar al conjunto gerundense, donde es titular indiscutible, pensó en dejar el fútbol profesional ya «muchas veces pensaba si merecía la pena convivir con todo lo que pasaba, ya que podía estar mucho más tranquilo en casa, con los amigos», concluyó el ex portero de la UD Las Palmas.
