
Dos derrotas consecutivas, un día donde las temperaturas eran magníficas y el partido emitido por la Televisión Canaria. Quizás estas sean las razones por las que el Estadio de Gran Canaria presentó una imagen pobre respecto a otros encuentros, llegando a una cifra de espectadores superada en otros recintos de categorías no profesionales: 9.132 espectadores.
Para asistir a una afluencia tan baja de espectadores hay que acudir al 5 de junio de 2010, donde en la temporada 2009-2010, cuando Las Palmas de Paco Jémez se jugaba la salvación matemática contra el Girona, el conjunto gerundense salió ganador del recinto de Siete Palmas ante la atenta mirada de 8.055 espectadores.
Otro de los hechos que han podido provocar una asistencia tan baja es que los tornos del Estadio de Gran Canaria aún no funcionan a pleno rendimiento y aficionados que acudieron al recinto de Siete Palmas no fueron contabilizados en el recuento final. Además, las puertas abrieron más tarde lo habitual.