Javier Portillo fue el nombre propio del pasado fin de semana cuando salió cabreado del terreno de juego al ser sustituido. Por ello, el ariete madrileño fue solicitado en la rueda de prensa y pidió disculpas: «Si alguien se ha sentido ofendido, le pido disculpas de corazón, pero creo que es normal en el fútbol. El que se cabrea es porque lo siente, el que no, es porque le da igual».
De todas formas, el ex del Hércules considera que «tampoco hay que sacar las cosas de quicio», ya que «tampoco estamos en una dinámica para sacar polémica y menos por esta tontería», expresó en la rueda de prensa, y más porque «la gente tiene que entender que soy muy ambicioso y tras la expulsión de Mariano Barbosa, que es injusta, cuando estás a 300 por hora no quieres abandonar el campo y sales cabreado».
Cuestionado por si ha hablado con Juan Manuel Rodríguez, explicó que «esta mañana hemos hablado del partido», aunque considera que «no hay que darle más vueltas, no hay que sacar las cosas de contexto», reiteró el madrileño, que «no espera» una multa por su comportamiento ya que «tampoco maté a nadie, son cosas que suelen pasar en el fútbol, se han visto muchos casos».
Si de alguien tiene el apoyo Portillo es del vestuario: «Tengo unos compañeros excelentes, ellos me apoyan», especialmente Javi Guerrero, que «es un jugador especial porque me atendió muy bien cuando llegué, me ha ayudado mucho y se lo agradezco a todo el vestuario, que también han pasado por este tipo de circunstancias».
¿Lo ocurrido se debe a que no le están saliendo las cosas?, Portillo no lo cree así: «Estoy haciendo todo lo posible, no me voy a rendir a pesar de alguna dificultad que otra, tengo claro que triunfaré aquí», aunque «no sé si más tarde o más temprano», explicó un jugador que considera que «tenemos que empezar a ganar partidos».
La primera oportunidad para reencontrarse con los tres puntos es este viernes, contra el Villarreal B, un equipo que «juega muy bien a la pelota» y que «está hecho con vistas al primer equipo», por lo que «tenemos que salir al 100% porque es un equipo que le gusta tocar». Por lo tanto, «no hay que dejar que toquen ni que nos creen ningún peligro».
