Raúl Lizoain (1): Sin trabajo. Se le están dando partidos para demostrar su valía, pero poco ha tenido que intervenir. Seguro en sus salidas por alto, que era su faceta a mejorar. No pudo hacer nada en el gol ilicitano.
Pignol (1): Sobrio. Encuentro sin sobresaltos para el francés. Cerró su banda ayudado por la inoperancia de los interiores del Elche. No se prodigó en ataque.
Juanpe (1): Clarividente. Al central canterano se le valora mucho su capacidad para sacar el balón jugado, y lo demuestra siempre que sale al campo. Midió mal el salto en el gol encajado, su único lunar.
Herner (2): Muralla. Lo sacó absolutamente todo por arriba, aspecto en lo que suele cumplir el argentino. Cortó el juego directo del Elche, aunque sus desplazamientos sigan siendo mejorables.
Corrales (2): Entonado. El ostracismo de Ruymán le ha sentado bien al andaluz, que había ido de más a menos en la temporada. Sus incorporaciones al ataque fueron precisas y bien seleccionadas.
Javi Castellano (3): Omnipresente. Sus acciones lucen menos que las de los delanteros, pero es un escándalo verle hacer coberturas. Y no solo recupera, sino que siempre elige al compañero mejor colocado.
David González (1): Brújula. Llevó como siempre la manija del equipo hasta que sus piernas dijeron ‘basta’. Estaba siendo el catalizador del juego amarillo hasta ser sustituido.
Francis Suárez (1): Voluntarioso. No brilló como en en Villarreal, pero siempre se ofreció y dio buenos apoyos para la salida de balón de su hermano.
Sergio Suárez (2): Enganche. Cuando juega en su posición, Sergio es capaz de demostrar su calidad. Excelente su centro en el primer tanto y lo intentó varias veces desde fuera del área.
Dani Castellano (2): Valioso. Aprovecha siempre sus minutos. Su calidad no está reñida con la brega, y Dani es tan capaz de poner buenos centros como de esprintar para robar un balón dividido.
Portillo (2): Matador. Sus últimos partidos causan la sensación de lo que se le ha desaprovechado este año. La primera que tuvo, a las mallas. Fiel en la presión, y tirando constantes desmarques.
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Vicente Gómez (1): Refuerzo. Tuvo la oportunidad de marcar en un balón rechazado que salió desviado de forma incomprensible. Un llegador constante.
Javi Guerrero (1): Oportunista. Al igual que el sábado, marcó un gol de oportunista tras una soberbia jugada de Vitolo. Ha reaparecido atinado después de la lesión.
Vitolo (1): Puñal. Tuvo pocos minutos, pero logró desbordar en dos ocasiones con su habitual potencia. Sus cabalgadas por la banda serán añoradas en el Gran Canaria si finalmente da el salto a la Primera División.
