
La afición está ilusionada. Esa conclusión se puede sacar tras el entrenamiento de este lunes en un Barranco Seco que presentó un lleno total de aficionados amarillos. La fiel parroquia se personó para visualizar las evoluciones del primer entrenamiento de la temporada, ya con Sergio Lobera al mando.
El mensaje mandado por el técnico maño ha calado en una afición que está deseosa de éxitos. Además, su juventud y pasado en el Barcelona también ha incrementado la expectativa de unos simpatizantes que no dejaron de observar con ojos de ilusión el entrenamiento de sus ídolos.
Hasta los más pequeños de la casa se pasaron por el entrenamiento, ya que al fin y al cabo, los niños del presente son los que tendrán que mantener viva la llama de la causa amarilla en el futuro. Ellos lucharán para que la tendencia global de bipolaridad entre Barcelona y Real Madrid disminuya poco a poco, ante la pérdida de seguimiento de terceros equipos. En ellos está el futuro de la entidad. Hoy demostraron que hay esperanza.
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