Tengo que admitir que hacía tiempo —desde las primeras jornadas de Paco Jémez en el banquillo— que no veía a la Unión Deportiva Las Palmas tan superior a su rival como lo fue la primera parte ante el Club Deportivo Lugo. El equipo metió la quinta marcha desde el inicio. Fue a por la victoria desde que escuchó el silbato, algo que también hacía tiempo que no veía. Mucho toque, pero sobre todo presencia arriba. Las llegadas de Nauzet Alemán, Momo, Vitolo y Sergio Suárez desde segunda línea creaban todo el peligro. Solo Yoel y la suerte impidieron que los de Quique Setién se fueran goleados al descanso.
Las Palmas crea superioridad en el centro del campo y eso se refleja arriba. Recuerdo las palabras de un entrenador que tuve en juveniles: «No por jugar con más delanteros vas a llegar más veces arriba». El equipo presionaba en la parcela ofensiva y llegaba con mucho peligro.
No es la primera vez que decimos que Las Palmas no es el Barcelona. Jugar con este sistema tiene sus riesgos. El que primero ha presentado el equipo es que llega a la última media hora con el indicador de la gasolina encendido. Lo hemos podido ver ante Racing de Santander y Lugo. Con el paso de las semanas se irá solventando: el equipo todavía no está a pleno rendimiento y Sergio Lobera tendrá que hacerles ver la importancia de dosificarse sobre el verde.
Aunque las estadísticas históricas digan lo contrario, ante el Elche Las Palmas tendrá un partido muy complicado. El técnico del conjunto ilicitano, Fran Escribá, lo ha manifestado en la previa: «Las Palmas da miedo cuando corre». El problema radica cuando Las Palmas deja de correr. El Lugo haciendo muy poquito pudo amargarle la fiesta el pasado sábado a Lobera en los últimos minutos.
Los goles llegarán. Sergio marcará el próximo mano a mano. David García rematará a la red el próximo córner y Nauzet pondrá en la escuadra la próxima falta. El equipo va a más, evoluciona día a día y, en cuanto el depósito llegue sin problemas al minuto noventa, Las Palmas asustará, porque todavía podrá correr más.
por Jesús Izquierdo
@jesus_izdo
Más artículos de Jesús Izquierdo
