Entre Pilatos y el Leverkusen, por Jesús IZQUIERDO

Escucho alarmas derrotistas y no logro ver por el lado que vienen. Las escucho a lo lejos. La derrota en Elche ha bajado el nivel de euforia de las dos primeras semanas de Liga. No hago mucho caso porque con la Unión Deportiva Las Palmas suele ser así, un continuo vaivén de emociones y opiniones. Es muy de nuestro equipo madurar o jubilar a un jugador dependiendo de cómo se porte la panza de burro. También hay quién se atreve a evaluar un partido sin ni siquiera haberlo visto.

Nadie dijo que marcarse como objetivo el ascenso fuera un camino de rosas. Se ha confeccionado una plantilla para ello, pero los otros veintiún equipos también juegan. Con la derrota en el Martínez Valero no se acaba la temporada, o recordando al malogrado Manolo Preciado: “Ni antes éramos el Bayer Leverkusen, ni ahora la última mierda que cagó Pilatos”. Manolo lo dijo al revés, pero con el mismo contenido. Cautela.

Cuatro puntos de nueve posibles no es un mal bagaje pensando que el equipo de Lobera ha visitado los estadios de Racing de Santander y Elche, dos de los conjuntos llamados ‘cocos’ de la categoría. Lo más preocupante puede ser la falta de gol ante el Lugo. Bueno, cosas del fútbol. Esto no ha hecho más que empezar.

La afición de Unión Deportiva está con el técnico y la idea que propone. Los jugadores demandaban este cambio de estilo, y este año Las Palmas entra en las quinielas como aspirante al oro. La ilusión sigue intacta. Conocemos el sube y baja de emociones que transmite este equipo, así que ganando al Alcorcón volveremos a pasar de ser los excrementos de Pilatos a jugar como el Leverkusen.

por Jesús Izquierdo
 @jesus_izdo
Más artículos de Jesús Izquierdo











Artículo anteriorLa magia de la idea enemiga de la impaciencia, por Naré Sánchez
Artículo posteriorPignol comienza a trabajar sobre el césped