Los titubeos de Lobera, por Jesús IZQUIERDO

Comenzó su andadura en la Isla hablando de fútbol vistoso y de toque. Con pequeñas gotas del modelo Guardiola, Lobera quería instalar el juego combinativo por dentro, por banda y con participación ofensiva de una segunda línea plagada de ‘jugones’.

La pretemporada pasó desapercibida, ya que ante el Estrella, Vecindario y las selecciones del fútbol regional poco se puede sacar en claro. Los primeros partidos fueron los de la ilusión, tras buenos momentos ante Racing de Santander y Lugo. Cuando llegaron las derrotas —Elche, Alcorcón y Girona— los planes comenzaron a variar, y hasta ahora.

En estos sietes partidos de Liga el técnico aragonés ha cambiado de jugadores, sistema e incluso de forma de juego. El 4-5-1 de los primeros partidos, basado en la total posesión del balón y las incorporaciones de los laterales, ha pasado a convertirse en el 4-4-2 actual, con menos presencia en la zona ancha, pero con más estabilidad defensiva.

El tema es que Lobera, que ha utilizado a todos sus futbolistas salvo a Tyronne, todavía no ha conseguido dar con la formula que pretende para su equipo. Ha probado a casi todos los jugadores y aún no ha dado con el once tipo. Los  ‘intocables’ de la era Juan Manuel no lo son con el técnico maño. El banquillo ha visto ir y volver a Sergio Suárez y a Javi Castellano. Una semana Momo es titular y la siguiente lo es Francis. Un partido con doble pivote  —formado por Vicente y David González— y otro con tres hombres por dentro. Vitolo ha actuado como volante y como extremo. El debate entre Chrisantus y Guerrero sigue abierto… mientras, las jornadas pasan y Lobera no logra saber quién es quién.

Muchos pensarán que es un sistema para que ningún futbolista se acomode. Para que nadie se sienta titular y se relaje, pero lo cierto es que, en el alto nivel, los futbolistas deben, tienen y desean saber su rol en el equipo.

Tras siete partidos de ‘pretemporada’, Lobera tiene que dejar de lado los titubeos y decidir definitivamente cual es el sistema, la forma y los jugadores que deben sacar al equipo a flote. Lo positivo es que el entrenador amarillo se ha dado cuenta de los errores y está trabajando para solventarlos. El tiempo y la presión del objetivo juegan en su contra.

por Jesús Izquierdo
 @jesus_izdo
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