Sensaciones agridulces para Rubén Castro a la conclusión del encuentro. El máximo goleador de la historia del Estadio de Gran Canaria y el jugador que tiene el honor de marcar el primer gol en el recinto de Siete Palmas, fue pitado por el público presente en la grada del recinto amarillo.
Por ello, a la conclusión del encuentro el jugador isletero demostró su descontento: «La verdad es que no me creo que me sigan pitando aquí, cada uno es libre de opinar lo que quiera. Yo estoy contento por el gol que he hecho, pero me duele porque es mi afición y mi gente, la que me dio muchísimas cosas y no es agradable», según recoge alfinaldelapalmera.com.
Aún así, el jugador grancanario no celebró su gol: «Tengo mucho cariño a la afición, aunque me piten, así que lo mínimo que puedo hacer es no celebrar el gol», explicó un jugador que siempre marca en el recinto de Siete Palmas, según sus palabras, quizás por los pitos recibidos por el público amarillo.
