Estudiando para el cinco, por Jesús IZQUIERDO



El esfuerzo realizado por la UD Las Palmas para remontar en la tabla clasificatoria el mal comienzo de liga, parece estar pasando factura. Numéricamente el equipo sigue aguantando las embestidas del calendario y, salvo los tropiezos ante el Guadalajara y el Hércules, el equipo parece que va sacando los parciales con el “cinco raspón, libro al cajón”. Pasó en Ponferrada y volvió a pasar en Jerez.

Físicamente ha demostrado que está ‘justito’, aunque parece que llegará con gasolina al último partido de liga en Murcia. Veremos si podremos decir lo mismo en la etapa de play-off.

Pero es la parte mental la que parece más castigada. ¿Se le está haciendo larga la Liga a Las Palmas? Puede que sí. El equipo pierde la tensión en el campo más minutos de los que debería. Desaparece del verde en lugar de seguir golpeando al rival hasta dejarlo K.O. Se ha podido ver en los últimos encuentros, a nivel global y en algunos jugadores a nivel personal, llegando al caso tan extremo como el de Hernán Santana, que aún rindiendo a un gran nivel, sus partidos han pasado del sobresaliente al notable.


El bajón mental puede ser achacado a los llamados “picos de forma” de los equipos a lo largo de la temporada. Es decir, si tus piernas no caminan, tu mente tiene que trabajar el doble. Estos bajones suelen ser habituales en todas las plantillas a lo largo de la competición, pero lo preocupante es que Las Palmas parece estar dosificándose jornada tras jornada y, mediante la ley del mínimo esfuerzo, va ganando sus batallas.

El sprint final ha llegado, esta vez de verdad. Siete partidos en los que los amarillos tendrán que apretar los dientes para intentar la épica del ascenso directo —no tan lejano como parece— o para situarse en el mejor cajón de salida posible para disputar con cierta ventaja los play-off. Lo peligroso es que cuando trabajas para sacar un cinco, casi siempre acabas suspendiendo.

por Jesús Izquierdo
periodista de Doble Pivote
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