OPINIÓN | Este será el primer verano que Lobera comenzará la liga con la posibilidad de tener un traje a medida. El pasado julio se encontró con un equipo hecho y con eso tuvo que tirar todo el año, salvo las llegadas de Tato y Pando. El resultado: una plantilla corta en la que sólo catorce futbolistas tenían minutos. Este verano es diferente. Él descartó al núcleo jugadores con los que no contaba y está pidiendo, dentro de los límites que marca el club, otros futbolistas que, teóricamente, tendrán más peso en el equipo. Ya llegó Mayor, por petición expresa del técnico, Valerón y Ángel, que darán un salto de calidad al equipo, y Xabi Castillo y Delev, para dar competencia a los que ya estaban.
Los resultados en esta pretemporada no están siendo buenos, ¿a quién le importa? Me decía Pacuco Rosales antes del último partido en el Gran Canaria: «las pretemporadas sólo sirven para cabrear a los entrenadores». Más razón que un santo. Los partidos amistosos no sirven de mucho. El Real Madrid le ganó en el último 2-1 al Everton, un equipo que si se cruzara en el camino de los blancos dentro de 15 días recibiría un saco. Lo importante es la actitud del equipo, inexistente ante el Tenerife como necesario, y sumar kilómetros en la piernas.
La exigencia para con Lobera va a ser mucho más alta que el curso pasado. La meta es mayor, ya que ahora no vale con el “vamos a intentar subir”, y los galones del aragonés dentro del club también lo son. El míster de la Unión Deportiva Las Palmas sigue esperando que la plantilla se complete con varios fichajes mientras dispara con balas de fogueo en los amistosos.
En la calle se opina que hace falta un delantero que marque las diferencias, un central y un hombre que maneje el juego, para no tener que poner a Valerón como organizador. Ya pasó con Nauzet. Él, en palabras del presidente, «mejor jugador de Segunda División» no pudo sacar todo su potencial en el doble pivote. Vino para ser ese extremo que pone regalos y goles desde la derecha y se pasó la temporada maniatado en el centro del campo.
Esto no puede pasar con Valerón. Lobera lo ha probado tanto de mediapunta, su puesto natural, como de mediocentro, donde ha aportado muy poco. Sacrificar la calidad de Valerón en esa posición sería casi un delito. La llegada de un seis es tan importante como el año pasado. Si no llega ese jugador, ¿será problema de Lobera por no pedirlo a los cuatro vientos? La temporada pasada ya dijo que no necesitaba un jugador en ese puesto, no todo en esta vida es culpa de Juanito o de Branko. La pregunta es, ¿cree Lobera que ahora es necesario un organizador?
[box size=»large»]por Jesús Izquierdo
@jesus_izdo
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