OPINIÓN | Lunes 2 de Septiembre a las 23:00 horas, el .Net y Twitter entran en combustión binaria. Desde el club parecía que no se iba a fichar a ninguno de los tres jugadores para las posiciones que se comentaba. El director deportivo dejaba caer tras lo de Eibar, el sábado anterior, que se abría la posibilidad de esperar al mercado de jugadores libres. Y claro, tras lo de Eibar y viendo el caminar de la perrita pues la nación amarilla digital se asustó. Las herrerías ponían las fraguas a calentar. Ríos de aficionados nos aproximábamos con antorchas a la plaza mayor de Santa Ana cibernáutica.
Hasta que desde el perfil de Ser Deportivos se anunciaban fichajes y que además les gustaban. La rebelión debería esperar al menos una hora, la que quedaba para el cierre del mercado de jugadores con contrato. Poco después se anunciaba que Aranda sería el 9 y Masoud el jugador de banda. Estas firmas echaron un muy necesario un cubo de agua al caldeadísimo ambiente. Pero claro el mediocentro…
El mediocentro, ese dolor de muela desde la marcha de Trashorras el cual solo pudo calmar David González y que no nos permitió disfrutar de uno de los mejores extremos de la categoría el año pasado. Hasta que no se cerrara, las antorchas no se apagarían. El fichaje más necesario, el primero que esperaban muchos que se concretara sería el último en producirse y nada menos que Apoño.
Se esperaba con ganas el debut de estos jugadores y de Ángel en el lateral derecho, la otra muela que más dolía el año pasado. Sería en Copa y obviamente en la memoria estaba aquella mágica, visceral y prerrevolucionaria eliminatoria ante el Racing. Vale que era una ronda más avanzada, pero el con el comienzo del curso uno busca paralelismos con el de la Liga pasada. Hace 365 días había sido lo de Alcorcón, este año lo de Eibar. Ambos en la segunda jornada disputada en casa, demasiada desazón coincidente. Demasiados puntos regalados.
Así que la Copa se esperaba ver un cambio, a pesar de sumar algo en Soria después de siete años. No era suficiente. Es Cierto que los amarillos no pasaron por la Nova Creu Alta como un desfile militar soviético por las calles de Checoslovaquia, pero quien sabe si ha empezado el camino para convertirse en lo opuesto a lo de Eibar. Se trenzaron posesiones largas, se presionó cada cuanto la salida de la pelota rival, como en el primer gol, construcción de la jugada con paciencia, cambios de banda, laterales centrando con cierta comodidad y un equipo más junto. Eso sí, la primera parte mejor que la segunda. Salvo un contraataque tras saque de córner, el Sabadell pese controlar la mayor parte de los último 45 minutos no descolocó ni desarboló a la UD, condición sine qua non para ser tomados en serio. Además los tres goles llegarían de distinta concepción, recuperación en la frontal rival, centro al área y contraataque.
Y es que se necesitaba un partido como el vivido. No significan tres puntos, ni jugar contra un Primera la próxima ronda en Copa. Significa saber que se puede sacar el balón jugado, que se puede marcar tres goles, que se puede reponer tras un gol encajado. Encima se quedaron sin jugar Deivid, Nauzet, Valerón, Atouba, Chrisantus, Hernán, Spas Delev, Tana, los Castellano… Es posible que uno por uno, el once hay perdido potencial con respecto al año pasado, Vitolo, Thievy, Murillo, pero los 25 que están este año pueden sumar más que los de la temporada 2012/2013. Y a todas estas Asdrúbal, pichichi, y Leo debuta.
[box size=»large»]por Néstor Cebrián
@NestorCebrian
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