Fortaleza defensiva, calidad para resolver



EL RIVAL | El Córdoba CF 13-14 está cumpliendo casi a la perfección en el inicio de temporada con el planteamiento deportivo que diseñaron sus dirigentes cuando empezaron a construir el tercero y más decidido proyecto de ascenso a Primera División. Secretaría técnica y presidencia, que en el club califal confunden sus fronteras dentro de una peculiar comisión deportiva, pensaron en dedicar buena parte del presupuesto concedido por la LFP para la plantilla al centro del campo y el ataque, y confiar en el buen hacer del técnico Pablo Villa en lo que a la organización defensiva del equipo se refiere.

Xisco, una de las referencias del Córdoba Club de Fútbol / cordobadeporte.com
Xisco, una de las referencias del Córdoba Club de Fútbol / cordobadeporte.com

Villa, un auténtico estudioso y enamorado del fútbol pese a su incipiente carrera, llegaba al banquillo califal con el aval de haber construido la mejor temporada en la historia del filial cordobesista, con un subcampeonato en el complicado Grupo Décimo de Tercera y la disputa de un play-off que le concedería luego la oportunidad de un ascenso administrativo a Segunda B. Para ello fue clave una gran seguridad defensiva que hizo de aquel equipo uno de los menos goleados de la categoría.

Esa misma receta la está consiguiendo llevar a la práctica también en el primer equipo, el que menos goles recibe de Segunda División –sólo tres-, pese a los escasos mimbres concedidos por el club y a las múltiples lesiones que está debiendo asumir en esa zona del campo. La zaga titular del Córdoba era la formada a priori por el holandés Janse en la derecha, uno de los fichajes que más dudas dejaba y sigue dejando entre los realizados este año; dos centrales de la categoría, sin más, como Iago Bouzón y Armando; y el veterano Raúl Bravo, que conocía la segunda a sus 32 años, en la izquierda. Sin embargo, estos tres últimos han ido cayendo por lesiones progresivamente, hasta el punto de que el pasado domingo tres canteranos ocuparon sus puestos: el central Fran Cruz, el único junto al sobrio meta Saizar que ha jugado todos los minutos este año en la liga, su hermano Bernardo, con ficha y consideración a principio de temporada de jugador del filial y que ya lleva tres encuentros consecutivos en el once, y Dani Espejo, el último en sumarse por la sanción del sevillano Samu, que a priori recuperará su puesto el sábado como aspira a hacer también Iago Bouzón tras superar una rotura fibrilar.


A esa seguridad defensiva ayuda ya en el mediocampo un jugador fundamental en estos primeros encuentros, Luso, que mantiene como sostén del equipo el gran nivel que tuvo en Girona el pasado ejercicio. Él abre una zona del centro del campo en la que de momento viven asentados cuatro de los pocos jugadores que lograron mantenerse tras la revolución acometida por la entidad hace unos meses, que elevó la lista de bajas a las 16. Son Abel, a su mejor nivel tras una pobre temporada pasada; Pedro, cuyo sacrificio y esfuerzo son muy bien valorados por Villa pese a su discreta aportación en ataque; Caballero, absoluto cerebro y luz del equipo en la generación de fútbol; y López Silva, que está recuperando el excelente rendimiento que ofreció hace un par de temporadas con Paco Jémez. Todos ellos han impedido que de momento tengan más protagonismo refuerzos a priori de peso como Pelayo, mediocampista cedido por el Elche, Germán Pacheco, que se pretende que se reencuentre consigo mismo en el Nuevo Arcángel tras varios años alejándose de lo que prometía en categorías inferiores, y Uli Dávila, llamado a ser la pareja perfecta del hombre gol del equipo.

Porque para que esta apuesta cordobesista funcione, que de momento lo está haciendo con un balance liguero de 4 victorias (una de mucho mérito en Riazor y tres en casa), 2 empates y una sola derrota (sobre la hora en Eibar), aquello de marcar debe quedar reservado prioritariamente para Xisco Jiménez, exdelantero de Deportivo y Newcastle al que el club logró convencer tras semanas de negociaciones para firmar por tres años, en unas cifras suculentas, tras firmar unos guarismos de 8 tantos en 14 partido en la 12-13. Tras un inicio algo dubitativo, el pasado domingo rubricó su primera actuación notable con un doblete ante el Girona, en lo que se espera sea la puesta en marcha de la locomotora que debe mantener al equipo en la zona alta de la clasificación.

por Rafa Fernández (cordobadeporte.com)