OPINIÓN | Salió ovacionado del Estadio de Gran Canaria como los toreros, por la puerta grande. El purasangre Asdrúbal no ha parado la pata un segundo desde que Sergio Lobera le dio la opción de debutar ante el Eibar en la tercera jornada. Ha sido, junto a Masoud, el jugador más determinante de este inicio de competición. Sin ir más lejos, el pasado jueves en Copa del Rey dio una asistencia y generó un penalti. No es solo lucha y entrega, Asdrúbal aparece en los hightlights y se ha metido a la afición en el bolsillo. Y vete a arrebatarle la titularidad ahora.
La eliminatoria copera también arroja un dato a subrayar y que evidencia el excelente estado de salud del que goza la cantera amarilla. La utilización desde el inicio ante el Hércules de diez jugadores nacidos en Gran Canaria está a la altura de muy pocas entidades profesionales a nivel europeo, ni siquiera el Athletic de Bilbao, que cuenta con una región para captar futbolistas bastante más extensa que nuestro reducido territorio insular.
Tanto Asdrúbal como Tana han tirado abajo la puerta del primer equipo. Lideran la nueva camada de canteranos que está haciéndose notar en Las Palmas Atlético de Víctor Afonso. Sus roles a priori resultaban secundarios, pero a base de trabajo y de ambición han terminado por hacerse un hueco en el lujoso cartel del que muchos consideran la mejor plantilla de la categoría. Demuestran hambre en cada acción y eso evita el aburguesamiento de otros veteranos llamados a tirar del carro como Momo o Nauzet Alemán. En el fondo, todos ganan. Y Lobera se frota las manos con una fábrica que no cesa de producir talentos hambrientos de éxitos.
[N.d.E. Artículo publicado en el periódico Zona Amarilla de este fin de semana]
[box size=»large»]por Miguel Hernández | Director de udlaspalmas.net
@mhernandez
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