La mística de El Mago vale una victoria



La Unión Deportiva Las Palmas logró reponerse de la derrota sufrida el pasado fin de semana ante el Hércules y superó a un Mirandés que se plantó con valentía en el Estadio de Gran Canaria. Valerón, con dos tantos y una actuación magistral, fue la estrella de un encuentro en el que el equipo canario sufrió pero acabó respirando al ver como la tranquilidad llegaba por medio de un soberbio Chrisantus.

Juan Carlos Valerón, en el encuentro ante el Mirandés / Samuel Sánchez (udlaspalmas.net)
Juan Carlos Valerón, en el encuentro ante el Mirandés / Samuel Sánchez (udlaspalmas.net)

Juan Carlos Valerón no es un futbolista normal. Esta es una evidencia que se ha visto reflejada a lo largo de toda la carrera futbolística del mediapunta de Arguineguín y el partido de hoy no iba a ser una excepción. Dentro de la mística que habitualmente le rodea, la actuación de Juan Carlos en la tarde de hoy sábado ha encontrado la guinda de la excelencia con lo determinante que resultaron sus acciones.

El 21 amarillo fue el actor principal de una película dirigida por Apoño, en su retorno al once titular. El malagueño es una joya para la Unión Deportiva y su trabajo hace mejor al resto de futbolistas que le acompañan. Tan seguros se sienten sus compañeros a su lado que resulta recurrente ver a Deivid abandonar la zona defensiva y avanzar con la pelota controlada. Y así llegó el primer gol. Una arrancada del central de Escaleritas se tornó en una asistencia excelsa de Tana para que Valerón marcase de cabeza su primer gol con Las Palmas desde su regreso.


Y la cosa no quedó ahí. Juan Carlos continuó siendo partícipe de la fluidez del equipo amarillo en la parcela ofensiva durante el tramo del encuentro en el que Las Palmas propuso fútbol, que no fue demasiado largo a raíz del gol y hasta el descanso. El Mirandés fue creciendo en el partido y a medida que las ocasiones del equipo peninsular se sucedían, se comenzaba a mascar la tragedia en el Gran Canaria. No obstante, apareció Valerón para disipar las dudas y ampliar la renta. Una gran colectiva iniciada por Vicente Gómez y que Nauzet Alemán convirtió en una obra maestra, fue finalizada por Valerón que rozó el cuero lo justo como para que la pelota entrara llorando a la portería defendida por Dani Jiménez. Y casi llorando lo celebró él, como si sintiese vergüenza de haber marcado dos goles.

A pesar de  que parecía el choque parecía sentenciado, el equipo de Arconada no se rindió y fruto de la insistencia del equipo rojillo llegó el descuento. Una gran acción individual de Igor Martínez sirvió para reducir la diferencia y hacer reaparecer los fantasmas de Alicante en el recinto de Siete Palmas. Pero claro, aún faltaba la reivindicación de Chrisantus. El nigeriano, que había intentado por activa y por pasiva marcar su sexto gol de la temporada durante todo el partido, vio recompensado su esfuerzo en los minutos finales. La potencia característica del jugador africano se  vio representada en una arrancada prodigiosa que finalizó con un disparo de calidad desde la frontal del área.

Venció Las Palmas un partido en el que tuvo que sufrir pero que supo resolver. Un partido en el que Valerón se vistió de mago y regaló la victoria a la parroquia local a través de su embrujo. No es normal ver al flaco marcando dos goles en un partido y quizá el hecho de que le resulte extraño celebrarlos como protagonista sea la causa de que parezca pedir perdón cuando anota. Definitivamente, Valerón no es normal.