Algo extraño debe ocurrir para que, a pesar de estar en puestos de playoffs y tras haber perdido sólo uno de los últimos ocho encuentros, siga existiendo un ambiente enrarecido en torno a esta Unión Deportiva Las Palmas. La falta de contundencia a la hora de sentenciar los partidos y el miedo a ver cómo pueden escaparse puntos que están al alcance de la mano son algunas de las causas por la cual hay un aire viciado en el entorno pese a la buena trayectoria del equipo – mucho mejor de la ofrecida el año anterior a la misma altura de temporada-.
La verdad es que aún echo en falta que el equipo demuestre sobre el terreno de juego todas las virtudes que se presuponen de una plantilla como la que posee. Si realmente cuentas con la mejor plantilla de la categoría, no se puede permitir perder una ventaja parcial de 0-1 y acabar perdiendo el partido por haber sido excesivamente conservador, como ocurrió en Alicante. Y es que resulta recurrente a la vez que tedioso ver como Las Palmas recula veinte metros cada vez que anota un gol.
Ocurrió ante el Alcorcón, tras el gol de Vicente Gómez; ante el Hércules, después del tanto inicial de Macauley Chrisantus y este último fin de semana, tras sendos goles de Juan Carlos Valerón, el equipo nuevamente reculó en exceso y cedió el protagonismo del juego al rival. Quizá esté pecando de imprudencia y de cierta falta de pragmatismo – un aspecto tan necesario en Segunda División- pero tampoco pido demasiado…
Pido que el equipo mantenga la misma intensidad y concentración que posee cuando marca un gol, en los minutos posteriores. Pido no ver a un Alcorcón o a un Mirandés – con todos los respetos – atacando y generando más peligro que la Unión Deportiva cuando se juega en el Estadio de Gran Canaria. Pido que por fin se juegue un partido en el que Las Palmas dé un golpe sobre la mesa y presente su candidatura al ascenso ante el resto de la categoría.
Ese coraje que ya se demostró la pasada temporada con aquel gol de Murillo en el último minuto en campo del Almería que servía para dar la victoria en un partido en el que se sudó sangre. El mismo ímpetu que se vio reflejado en el tanto de Hernán al Barcelona B. Eso es lo que echo en falta: ver sobre el campo esas ganas de querer ascender, de demostrar que este es el año. Todas esas dudas y todo ese ambiente enrarecido se despejarían si el equipo es capaz de cuajar una actuación importante, si es capaz de ser contundente en un partido de nivel, dar un golpe de efecto que se recuerde. Aunque también es verdad que en poco más de dos semanas se juega el derbi…
[box size=»large»]por Nauzet Robaina
@NauzetRo
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