OPINIÓN | Lejos, muy lejos se encuentra la Unión Deportiva Las Palmas de ser un candidato real a Primera División. ¿Significa esto que no lo vaya a ser? Desde luego que no. ¿Está un servidor delirando, ignorando que el ascenso directo se encuentra únicamente a dos puntos? Tampoco. Tan provisional es la actual situación clasificatoria del cuadro de Sergio Lobera como poco rigurosos los pronósticos que se puedan adivinar de aquí en adelante. El análisis del pasado, de las citas correspondientes a esta primera vuelta, sí puede ser objetivo sin entrar en el terreno de la futurología. Y la realidad es que el equipo amarillo necesita mejorar, por muy cercano que parezca el cielo.
Existen numerosos aspectos que dejan lugar a pocas réplicas: la falta de contundencia en el Estadio de Gran Canaria, la poca regularidad mostrada en juego y resultados, las enormes carencias en el apartado ofensivo tanto en creación como en finalización, las dudas que ofreció la ausencia de Apoño durante su sanción o la carencia de ambición en determinadas fases de los encuentros —atendiendo al último espectáculo: ser dominado durante 90 minutos por la Ponferradina y permitir que Santamaría no tuviera siquiera que lavar su equipación tiene delito—. Demasiados e importantes temas que deben solucionarse y abordarse con algo más que paños calientes. Con algo más que un consuelo por el mal del resto de la categoría.
A Sergio Lobera y su plantilla se le exige porque se les ha vendido como alumnos aventajados. Y creo que lo son. El proyecto de la Unión Deportiva Las Palmas este curso es ascender. No entro en cuentos oficialistas, la hemeroteca está ahí para quién desee consultarla. Se puede dar mucho más. Tanto Lobera como los jugadores tienen capacidad para no conformarse con un simple aprobado raspado. Disponen de potencial para no contentarse con la posición actual justificando su escasa aplicación por la mediocridad que les rodea. Existen argumentos para buscar la excelencia y para liderar una categoría que deambula en el desconcierto. Hay tiempo y mucho trabajo por delante.
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por Miguel Hernández | Director de udlaspalmas.net
@mhernandez
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