Un tanto agónico de Masoud tras un jugadón de Aranda salva el cuello a Sergio Lobera. Se fraguó una remontada que le proporcionará tranquilidad a un equipo que necesitaba imperiosamente una bocanada de oxígeno. Asdrúbal consiguió el empate tras el tanto inicial de Gerard Bordás.
Se cantó y se celebró como si fuera la final de una Champions League. Se jugaba mucho Lobera y el proyecto deportivo de este curso. Aranda cogió el balón en un lateral, bailó con el defensa, trató de buscar espacio para el centro y logró poner un balón perfecto al segundo palo. Por allí apareció Masoud y la alegría. Su remate entró y revitaliza a la Unión Deportiva Las Palmas. Un partido como una montaña rusa que rompe el maleficio en el Estadio de Gran Canaria, donde no se conseguía una victoria desde el pasado 16 de noviembre.
Tenía tintes trágicos el encuentro. El Girona se había hecho con el control del balón en la segunda mitad, el nerviosismo se adueñaba de las gradas y el partido era un correcalles. Un estado de necesidades, las de la Unión Deportiva y el Girona, que necesitaban el triunfo de forma imperiosa. El choque estaba roto y parecía que en cualquier momento se iba a desencadenar las hostilidades.
Gerard Bordás llevaría las dudas después de un gran disparo con la zurda, a la que no pudo hacer nada Mariano Barbosa. Los fantasmas sobrevolaban el recinto de Siete Palmas como ocurría en cada encuentro en los últimos meses. El equipo sacó casta y se vino arriba a las espaldas de un gran Carlos Aranda.
El malagueño, sin acierto de cara a portería, puso sus cualidades para hacer mejor a los compañeros. En el minuto 75, un pase en profundidad de Apoño habilitó a su amigo Aranda quien vio a Asdrúbal llegar como un cohete desde atrás. El canterano empujó el balón. Cogió el esférico de las mallas y fue directo al centro del campo. Fue el comienzo de la gestación de la remontada.
Cuando el equipo atacaba con más corazón que cabeza, con el Girona amedrantando en sus jugadas ofensivas, llegaría la acción que decidiría el encuentro. Aranda cogió el balón, puso un centro preciso al segundo palo y el iraní Masoud apareció para desatar la locura. Los jugadores del banquillo se fundieron en un abrazo con Sergio Lobera y sus ayudantes en una celebración especial. El míster había logrado salvar su proyecto gracias a un equipo que no perdió la esperanza. Hoy las cosas se ven de otra manera.
Unión Deportiva Las Palmas 2-1 Girona Fútbol Club
Unión Deportiva Las Palmas: Barbosa; Ángel, Deivid, David García, Dani Castellano; Apoño, Javi Castellano, Momo (Vicente Gómez, min. 90), Tana (Aranda, min. 64), Valerón (Masoud, min. 64); y Asdrúbal. Entrenador: Sergio Lobera.
Girona Fútbol Club: Isaac Becerra; Iván López, David García, Chus Herrero, Richy (Matalama, min. 46), Timor, Gerard Bordás, Juanlu Hens (Adriá Carmona, min. 78), Migue, Juncá (Jandro, min. 46) y Ortuño. Entrenador: Javi López.
Goles: 0-1, Gerard Bordás, min. 69; 1-1, Asdrúbal, min. 75; 2-1, Masoud, min. 89.
Árbitro: Sureda Cuenca, comité balear. Amonestó a los locales Javi Castellano y Momo; y a los visitantes Richy, Matamala, Jandro.
Incidencias: 6.697 espectadores en el Estadio de Gran Canaria.